Banco Big lo tiene claro, “la liquidez no es una opción, prácticamente nunca”, salvo que haya que hacer un pago en un plazo de días o semanas. Así de claro se ha mostrado su responsable de ventas, Joaquín Robles, al señalar que incluso los perfiles más conservadores tienen opciones para poner a trabajar su dinero y batir a la inflación. En un escenario donde acabamos de asistir al octavo recorte de tipos del BCE con una facilidad de depósito en el 2%, renovar el depósito vencimiento a vencimiento, ya casi ni cubre la inflación, por lo que urge a buscar alternativas.
El ahorrador tiene muchas alternativas
Robles ha puesto sobre la mesa las múltiples opciones a las que pueden recurrir los perfiles más conservadores, como depósitos combinados, que encierran un tipo de depósito más alto con fondo de inversión; o tal vez un fondo de inversión de renta fija más a corto plazo que, aunque la rentabilidad no sea muy superior, sí va a batir la inflación.
Desde Banco Big, por ejemplo, ofrecen una cuenta remunerada sin límite, que te va a remunerar al 1,5%; la opción depósito, donde el más estricto a corto plazo, de 3 meses te deja casi a la facilidad de depósito, al 2%; aunque a 6 meses con depósito combinado puede estar por encima del 3%, 3,25% o 3,5%, con una parte en fondo de inversión.
El inversor debe estar acostumbrado a los eventos inesperados
En cuanto a la tensión que se vive en el mercado, con la volatilidad tensionada por el conflicto entre Israel y Irán, Joaquín Robles ha señalado que “estas circunstancias son normales y el inversor debe estar acostumbrado. Ante estos eventos inesperados, los inversores venden, preguntan después y se quedan a la expectativa”.
En su análisis ha recordado que venimos de una caída del 20% en abril por la tensión de los aranceles, que se había recuperado en siguientes semanas y estábamos en zonas de máximos anuales e históricos algunos índices y otros catalizadores y muchos aprovechan para recoger beneficios. Con todo, se muestra convencido de que la solución para un inversor es una cartera diversificada, con un núcleo en fondos globalizados que han demostrado su capacidad para volver a máximos con rentabilidades históricas del 8%, y luego posiciones más tácticas.