El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha reclamado una bajada de jornada laboral y un aumento de salarios porque «los dividendos empresariales se están multiplicando» y «hay que repartirlos entre los trabajadores y trabajadoras». Se ha expresado así después de cargar duramente contra los empresarios, porque hay que «empezar a quitar la máscara a aquellos que siguen las ideas, el camino de esta internacional que llaman del odio», que «son unos miserables y unos cobardes», porque «no puede ser que todos los días del año nos hagan desayunar con su banderita» y luego, en la defensa de los trabajadores, «estén ausentes».
En esa línea, el secretario del sindicato socialista abonado a la tesis del Gobierno de PSOE-Sumar, que, por cierto, fracasó, junto a los ‘colegas’ de CCOO, estrepitosamente en su última manifestación en contra de la oposición y favor del Gobierno, ha afirmado este viernes en Pamplona que los empresarios españoles no pueden pensar que tienen «derecho a veto», sino que deben ir a las mesas de negociación, como la del SMI, «con voluntad de acuerdo».
Álvarez, quien ha intervenido en la apertura del XIII Congreso Regional de la UGT de Navarra, que ha reunido a 142 delegados, ha reclamado al Gobierno de España la constitución de una mesa para hablar sobre la tributación del SMI, una posibilidad que el sindicato rechaza.
Ha comentado que en 2012, con la reforma laboral del PP, no escuchó críticas de la patronal, a pesar de que el Gobierno a los sindicatos «ni siquiera nos llamó», pero para los empresarios «parecía que todo estaba bien».
«Lo que tenemos no nos lo ha regalado nadie», señala el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, aunque algún que otro millón le ha caído en forma de subvenciones públicas y alguno que otro ha ido a parar a los bolsillos de los propios sindicalistas
Tras destacar que «lo que tenemos no nos lo ha regalado nadie» –algún que otro millón le ha caído de subvenciones públicas y alguno que otro ha ido a parar a manos de los propios sindicalistas-, ha pedido a los empresarios «que no se quejen, que cumplan lo que firman, que podamos avanzar en la negociación colectiva» en España. «Desde luego por nuestra parte no va a faltar voluntad», ha dicho.
El dirigente de UGT ha abogado además por «empezar a quitar la máscara a aquellos que siguen las ideas, el camino de esta internacional que llaman del odio», que «son unos miserables y unos cobardes», porque «no puede ser que todos los días del año nos hagan desayunar con su banderita» y luego, en la defensa de los trabajadores, «estén ausentes».
La responsabilidad del absentismo es del sistema sanitario
Álvarez ha instado por otro lado a Navarra a hacer «una apuesta clara por la industria» y ha señalado que «en algunos sectores importantes de la economía navarra tenemos que trabajar de manera más rápida», como en el de la automoción y, especialmente, en el vehículo eléctrico.
Ha censurado asimismo que en España se esté «todos los días, erre que erre, con el absentismo».
Según ha dicho, «trasladar la responsabilidad del absentismo a los trabajadores es una falacia», ya que «tiene que ver con las listas de espera, la falta de atención sanitaria o las condiciones de trabajo». El absentismo, ha añadido, «se han disparado por la falta de inversión, de dedicación de las empresas a esta materia».