Cerrado un campo petrolífero explotado por Repsol debido a la protestas locales en Libia

La producción del crudo está totalmente bloqueada este miércoles en el campo petrolífero de Al Sharara, el más importante en el oeste de Libia y que explota la compañía española Repsol, como consecuencia de protestas locales por cortes de combustible y gas y malos servicios públicos y básicos, informó a EFE una fuente del sector.

El campo de Al Sharara, uno de los más grandes del país magrebí, fue blanco frecuente de protestas políticas locales contra el Gobierno de Unidad Nacional (GUN) de Trípoli, lo que empujo en varias ocasiones a la Compañía Nacional de Petróleo (NOC) a declarar el cese «por fuerza mayor» en la producción de este campo.

Según la fuente, los manifestantes de la región de Fezzan, en el sur del país, amenazaron desde el domingo pasado con el cierre del campo de Al Sharara hasta que se cumplan sus demandas en protesta por la interrupción del suministro de combustible y sus derivados y gas, la debilidad de los servicios públicos y básicos y el aumento de las operaciones de contrabando.

Los habitantes de la región de Fezzan exigen además la activación de la decisión de establecer una refinería en el sur, así como el mantenimiento de las carreteras deterioradas en las ciudades de su región.

Los manifestantes decidieron cerrar el yacimiento petrolífero explotado por Repsol dentro de sus protestas

Durante la jornada de ayer los manifestantes decidieron cerrar dicho yacimiento petrolífero descubierto en 1980 en el desierto de Murzuq (suroeste) y cuya capacidad de producción puede alcanzar hasta 340.000 barriles diarios, una cantidad que le sitúa entre uno de los más importantes de Libia.

Las ciudades del sur de Libia, ricas en recursos petroleros, sufren desde hace días una escasez de combustible, mientras se veían colas de coches parando en las estaciones de distribución de combustible para repostar gasolina.

La producción de petróleo en Libia alcanzaba los 1,8 millones de barriles diarios antes del derrocamiento de Muamar Al Gadafi en 2011 y sus instalaciones son objeto desde entonces de ataques durante la guerra civil y las posteriores luchas de poder.