El Gobierno llama al PP ‘retrógrado y negacionista’ y éste califica de ‘parches’ sus medidas energéticas

 La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha instado este jueves al PP a que reconsidere su negativa a apoyar el plan de ahorro energético «porque están a tiempo de no defraudar a los españoles», al tiempo que ha criticado el «conservadurismo retrógrado y negacionista» en España. El PP, por su parte, denuncia que el Ejecutivo no haya hablado con los sectores implicados, uniendo la «imposición» a la improvisación y «parche» de sus medidas. Además, revela que lo que en Europa son recomendaciones, en España son obligaciones

El Pleno del Congreso está debatiendo este jueves el plan de ahorro energético ya operativo desde el pasado 10 de agosto, que defiende en una sesión extraordinaria la titular de Transportes.

Raquel Sánchez ha recordado que las limitaciones de la refrigeración a 27 grados y el apagado de los escaparates, entre otras, han permitido reducir en un 9,5 % el consumo energético de la última semana sobre la anterior y un 8,5 % sobre el mismo periodo del año pasado.

A su juicio, el «conservadurismo retrógrado y negacionista» español contrasta con la derecha europea «moderna», que allí donde gobierna ha aprobado medidas semejantes a las contenidas en el real decreto ley que se debate esta mañana.

«Piensen en los ciudadanos y piensen en los jóvenes cuando voten», ha dicho la ministra, que ha pedido al PP que «explique bien a quién defiende».

El Gobierno está convencido de que tendrá los votos «suficientes» para sacar adelante el decreto, tal como han explicado hoy las ministras de Transición Energética, Teresa Ribera, y la propia Raquel Sánchez.

Para recabar los apoyos necesarios, el Gobierno se ha abierto en las últimas horas a tramitar la convalidación del decreto como proyecto de ley, lo que permitirá introducir cambios en el texto una vez que reciba el visto bueno del Pleno del Congreso.

El llamado «Plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización» que incluye el real decreto prevé, entre otras medidas, el ajuste de los termostatos en edificios administrativos, espacios comerciales y culturales, estaciones de tren y autobuses y aeropuertos.

En este sentido, establece una temperatura mínima de 27 grados para los meses de verano, y una máxima de 19 grados en invierno.

Además de controlar el termostato, se deberán apagar las luces de los escaparates a partir de las 22:00 horas y la iluminación de los espacios públicos cuando no estén en uso, al tiempo que tendrán que tener sus puertas cerradas cuando estén funcionando los sistemas de calefacción o refrigeración.

El plan aprobado por el Gobierno atiende a la estrategia de la Unión Europa para reducir el consumo energético en plena invasión rusa de Ucrania, con la expectativa de que en los próximos meses el suministro de gas ruso pueda verse afectado.

El PP acusa al Gobierno de imponer sus criterios de manera «unilateral»

Por su parte, la portavoz en el Congreso del PP, Cuca Gamarra, ha criticado al Gobierno por imponer sus criterios de manera «unilateral», a través de medidas que ha calificado de «parches» que tendrán consecuencias a medio y a largo plazo en la sociedad española.

Durante su intervención en el Pleno extraordinario que se celebra este jueves en la Cámara Baja, y donde se debate el plan de ahorro energético del Gobierno, Gamarra ha asegurado que su formación no ha recibido «ni una sola llamada» para negociar medidas «serias» en este ámbito.

Gamarra ha explicado que el PP ha planteado alternativas «desde el minuto uno», y afea al Gobierno no haber buscado un equilibrio entre el ahorro energético y el mantenimiento de la actividad económico y la creación de empleo en el contexto actual.

Además, critica que el Ejecutivo no haya hablado con los sectores implicados, uniendo la «imposición» a la improvisación de sus medidas.

En este sentido, ha preguntado al Gobierno por qué establece medidas obligatorias hasta noviembre de 2023, cuando la Unión Europea solo pide «recomendaciones» hasta el próximo mes de marzo.

Gamarra también ha culpado al Ejecutivo de aumentar la dependencia del gas ruso como consecuencia de la crisis diplomática con Argelia, tras el cambio de postura del Gobierno sobre el Sáhara Occidental, apoyando la propuesta marroquí de una autonomía para ese territorio, antigua colonia española.

Por último, la portavoz del PP ha exigido poner «todas las tecnologías disponibles a que trabajen al máximo de su capacidad para garantizar un suministro de energía adecuada y a un precio asumible», en referencia a la energía nuclear, que el principal partido de la oposición ha venido defendiendo en las últimas semanas.

Para ello, pide al Gobierno que deje a un lado «la ideología y el sectarismo», y empiece a pensar en lo que los españoles «necesitan».