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El Gobierno presiona con la venta de Talgo a Sidenor

El Gobierno pretende que la compra de Talgo se cierre antes de fin de mes por parte de Sidenor, compañía que es vista con buenos ojos para esta operación, que, en el fondo implica a una empresa privada como es el fabricante de trenes que debería tomar sus decisiones libremente, tanto en el Ejecutivo central como en el vasco, aunque aún debe despejarse la financiación y, sobre todo, que la siderúrgica vasa, pese al apoyo político, sea más generosa en su oferta económica a los accionistas de Talgo.

La opción Sidenor es la preferida por el Gobierno y la que, de momento, está encima de la mesa para la compra del 29,9 % de Talgo titularidad del fondo Trilantic, que gestionan dos ex financieros de Lehman Brothers. A más largo plazo podrían dar entrada a actores como la polaca Pesa o la india Jupiter Wagons. Sin embargo, la operación política puesta en marcha sobre Talgo tiene un importante hándicap, que no es otro que el bajo precio que quiere pagar Sidenor. Cuatro euros por acción, uno menos que Ganz Mavag, valorando el 100% de la compañía en 500 millones de euros, frente a los 620 millones de la oferta húngara vetada por el Ejecutivo.

Óscar Puente, ministro de Transportes, presiona para que una empresa privada quede vendida a otra a bajo precio

Transportes celebró el jueves una reunión en la que participaron representantes del Gobierno vasco, Sidenor y Trilantic, en la que no se cerró ningún detalle, pero en la que el Ministerio dejó claro que quiere que esté completada este mismo mes.

A finales de 2024 venció el pacto de accionistas entre Trilantic, parte de la familia fundadora de Talgo (7 %) y el fondo Torreal de Juan Abelló (3 %), que, conjuntamente, controlan el 40 % a través de la instrumental Pegaso. Ahora el primero tiene ya las manos libres para actuar en solitario, aunque no está dispuesto a malvender la empresa.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, fue muy claro este jueves sobre sus preferencias por Sidenor, porque entiende que puede aportar la capacidad industrial que le falta a Talgo y mantiene la españolidad de una compañía que el Gobierno central considera estratégica.

La operación cuenta igualmente con el apoyo del Gobierno vasco, porque supondría la consolidación de Talgo, una empresa con una fuerte implicación en el territorio, ya que tiene una de sus dos factorías, la más grande, en el municipio alavés de Rivabellosa, con 700 trabajadores (la otra en Las Matas, en Madrid, con 500 empleados).

La principal resistencia de Trilantic es el precio, porque Sidenor, presidida por José Antonio Jainaga, ofrece 4 euros por acción, lejos de los 5 que acarició con la opa -luego vetada por el Gobierno- de la firma húngara Magyar Vagon, pero todavía por encima de su cotización en Bolsa.

Con la propuesta húngara, el fondo habría ingresado por su 29,9 % % 185 millones (suponía valorar el 100 % de la constructora de trenes española en 620 millones de euros) y ahora deberá conformarse con 150 millones (500 millones la totalidad del capital).

El Gobierno defiende ahora que la venta a cuatros euros por acción de Talgo está por encima de su cotización actual, pero el culpable de que la acción este a 3,50 euros es el propio Ejecutivo de PSOE-Sumar al ventar la opa de 5 euros de Ganz Mavag

Sin embargo, la oferta se sitúa por encima de la cotización bursátil, aunque el culpable de esta situación es el propio Ejecutivo de PSOE-Sumar. Desde que el Gobierno vetó la opa húngara, el valor no ha llegado a tocar los 4 euros en ningún momento y se sitúa en los últimos días en el entorno de los 3,40-3,50 euros por acción.

Tras la compra por Sidenor, fuentes gubernamentales señalan que en una segunda oleada podrían entrar también otras compañías, entre las que se citan la polaca Pesa o la india Jupiter Wagons.

Polski Fundusz Rozwoju (PFR), el Fondo Polaco de Desarrollo (una especie de SEPI), público, que controla Pesa, habría hecho ya una oferta específica a los accionistas de Talgo y dispone además de la financiación necesaria para la compra.

Pesa produce locomotoras, trenes regionales y tranvías, aunque no material de alta velocidad, por lo que los negocios con Talgo serían complementarios y, además, tiene capacidad industrial para reforzar las posiciones de la española (con más de 4.000 millones en cartera de pedidos), según las fuentes consultadas por EFE en el sector.

Los detalles financieros de la operación están todavía en el aire, pendiente de si se define la entrada del fondo vasco Finkatuz (que tiene participaciones en Caf, ITP Aero o Kaiku), la de la Sociedad Estatal SEPI o incluso la de Criteria Caixa, que siempre estuvo en las quinielas. 

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