El Gobierno prorroga seis meses la rebaja a impuestos de electricidad y gas, pero vuelve a excluir al butano y propano

El Gobierno ha acordado prorrogar seis meses la rebaja a los impuestos de la electricidad y el gas, pero vuelve a excluir de esa medida al butano y propano que son utilizados por muchos ciudadanos, especialmente los catalogados por vulnerables en el caso de butano y los que viven en zonas más aisladas en el caso del propano.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha valorado las medidas puestas en marcha para combatir la crisis energética, y ha añadido que el mecanismo ibérico ha supuesto un ahorro medio anual de unos 150 euros en la factura eléctrica de cada hogar. Sin embargo, ese ahorro tiene letra pequeña, porque los consumidores, tanto los de la tarifa regulada como los del mercado libre, tendrá que hacer frente en sus facturas a buena parte de la diferencia entre el precio del gas real y el tope fijado por el Gobierno.

Entre otras disposiciones, se mantendrá durante todo el 2023 la prohibición de interrumpir por impago los suministros básicos de electricidad, agua y gas natural a los consumidores vulnerables, y la posibilidad de que los trabajadores en situación de desempleo puedan acogerse al bono social.

En materia fiscal, cuyas medidas se extienden durante seis meses, se prorroga la suspensión del Impuesto sobre la Venta de la Producción de Energía Eléctrica, que grava la generación con un 7 %.

A ella se añade el mantenimiento de los tipos reducidos del IVA en el 5 % para la electricidad, el gas natural y la biomasa para calefacción, y el tipo del 0,5 % para el Impuesto Especial sobre la Electricidad.

Asimismo, como hasta ahora, el precio máximo de venta de la bombona de butano estará fijado en 19,55 euros.

Por otro lado, el Gobierno ha dado luz verde a una nueva ampliación de la distancia entre la instalación de generación y el punto consumo en el autoconsumo.

Originalmente fijada en 500 metros, ésta fue ampliada a 1.000 metros en pasado octubre.

Ahora, se duplica nuevamente hasta alcanzar los 2.000 metros en el caso de plantas fotovoltaicas sobre cubiertas, suelo industrial o estructuras artificiales cuyo objetivo principal no sea generar electricidad.

EL TOPE AL GAS VA A PERMITIR «MAYOR CERTIDUMBRE»

Durante su intervención, Sánchez, que también ha avanzado el fin del descuento generalizado de 20 céntimos por litro de combustible, que concluye este sábado y que ahora se sustituirá por bonificaciones a ciertos sectores profesionales, se ha referido a la estrategia desplegada por el Gobierno para hacer frente a los efectos de la invasión rusa de Ucrania.

En este sentido, ha incidido en el papel de España en Bruselas, donde «ha defendido, desde antes de la guerra, la intervención de un mercado que no estaba funcionando, como es el energético».

Para el líder del Ejecutivo, el tiempo les ha dado la razón, «porque la solución ibérica y el acuerdo de los ministros de Energía de poner un limite al precio del gas va a permitir navegar con una mayor certidumbre por la tempestad de la guerra de (el presidente de Rusia, Vladimir) Putin».

Así, ha celebrado el funcionamiento del mecanismo ibérico en España y Portugal, que limita el precio del gas destinado a la generación eléctrica, una solución que ahora reclaman «muchos gobiernos europeos».

Sánchez ha hablado asimismo del reciente acuerdo alcanzado por los países de la Unión Europea para establecer un tope de precio a las importaciones de gas en 180 euros el megavatio hora (MWh) en los contratos mayoristas de futuros a partir del próximo 15 de febrero.

Y ha recordado que éste «va a abrir las puertas» a otros dos paquetes en materia de energía, uno sobre la compra conjunta de gas por parte de los socios europeos, y otro, para acelerar las renovables, aunque esas puertas están ahora bastante cerradas por parte de numerosos países de la UE.