Iberdrola supera los los 420 MW en Grecia con la puesta en marcha de los parques eólicos Askio II y Rokani
Iberdrola ha puesto en funcionamiento el parque eólico Askio II, de 37,8 megavatios (MW), en Grecia. Situado en las provincias de Kozani y Eordaia, en la región griega de Macedonia Occidental, se une al proyecto Askio III, de 50,4 MW, en pleno funcionamiento. La inversión total en ambos proyectos se aproximó a los 100 millones de euros.
Askio II consta de nueve aerogeneradores Vestas V150, cada uno con una capacidad de 4,2 MW, una altura de buje de 105 metros y un diámetro de rotor de 150 metros.
Ambos proyectos de Askio de la multinacional eléctrica española están conectados al mismo punto de la red, con una producción anual combinada prevista de unos 180 GWh.
Paralelamente, la empresa también ha puesto en marcha el parque eólico de Rokani, de 18 MW, situado en la región de Viotia, en Grecia central. La instalación está equipada con 3 turbinas Vestas V162 de 6 MW de potencia unitaria, las mayores y más potentes turbinas eólicas en funcionamiento en Grecia, con 205 metros de altura de buje.
A través de la innovación tecnológica y una mayor eficiencia, la compañía apuesta por el desarrollo de energías renovables competitivas, imprescindibles para avanzar en la transición energética hacia un modelo descarbonizado y luchar contra el cambio climático.
Iberdrola, presente en Grecia desde 2007
Con la finalización de los proyectos, Iberdrola cuenta ya con 421 MW de capacidad operativa de energía renovable en Grecia. La compañía está presente en el país desde 2007, y ahora opera proyectos eólicos y solares en las regiones de Grecia Central, Creta, Tracia, Macedonia Occidental, Tesalia, Peloponeso y Dodecaneso.
Los dos proyectos de Askio han aportado importantes contribuciones financieras a las comunidades locales, con 2,2 millones de euros invertidos en nuevas infraestructuras, apoyando a las empresas locales. Durante las fases de construcción y explotación de los parques eólicos, Iberdrola ha creado 282 puestos de trabajo directos e indirectos, apoyando las cadenas de suministro locales.
Los proyectos de Askio se han construido en una región montañosa a una altitud de 1.500 metros sobre el nivel del mar. Para poder circular por las estrechas y empinadas carreteras, se necesitó tecnología de elevación de palas. Se trata de un remolque especial que puede girar e inclinar verticalmente las palas durante el transporte, lo que permite desplazar los componentes por las estrechas carreteras existentes y evita tener que realizar obras de construcción adicionales.