Las líneas rojas de Talgo a la opa de Magyar: empleo, capacidad industrial, sede y patentes
Talgo asegura que sus «lineas rojas» en la opa en curso de la húngara Magyar Vagon sobre el fabricante español «son y seguirán siendo» preservar el empleo y la capacidad industrial en España, mantener la sede y la dirección de Talgo aquí y conservar la titularidad de las patentes, todo ello compatible con «la mejor opción para los accionistas».
En un comunicado remitido tras la junta de accionistas celebrada en Madrid -que no ha sido abierta a la prensa- el presidente de Talgo, Carlos Palacio, ha destacado que en los próximos años la mayor parte de los ingresos vendrán del mercado internacional, con los principales focos de oportunidades en países europeos, Oriente Medio y el norte de África, y en los segmentos de alta velocidad y larga distancia.
La compañía ha anunciado como prioridades para el futuro el fortalecimiento industrial y su intención de maximizar la eficiencia de los recursos financieros.
En 2023, el constructor ferroviario alcanzó unos ingresos de 652 millones de euros, cifra récord y un 39 % superior al año anterior y el beneficio neto fue de 12,24 millones de euros, casi diez veces más que los 1,44 millones del ejercicio anterior.
En el primer trimestre de este año ha reportado un resultado neto de 10,4 millones de euros, que multiplican casi por cinco los del mismo periodo de 2023.
Cartera de pedidos en máximos históricos
La cartera de pedidos terminó 2023 en máximos históricos, con 4.223 millones de euros, de los que más de 2.100 millones corresponden a los «exigentes» mercados de Alemania, con Deutsche Bahn, y Dinamarca, con DSB.
El consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo, destacó en la junta, según la nota, los proyectos de Muy Alta Velocidad basados en la plataforma Avril para Renfe y Adif en España y los proyectos Intercity desarrollados para Deutsche Bahn y DSB, así como la entrega de trenes de larga distancia para ENR en Egipto.
Mientras, coincidiendo con la junta, el sindicato CCOO ha demandado este jueves un plan industrial para Talgo a más de cinco años vista, después de haberse reunido con el principal accionista del consorcio húngaro Magyar Vagon, Andras Tambor, que ha presentado una opa para hacerse con la totalidad del capital de la española por 620 millones de euros.
En un comunicado, CCOO ha señalado también que ha trasladado a las diferentes administraciones -Gobierno central a través de los Ministerios de Industria y Transporte y Gobierno vasco- sus «inquietudes» sobre el futuro de la compañía de diseño y construcción de trenes.
En la reunión celebrada el pasado 25 de junio, Tombor volvió a trasladar su compromiso de mantenimiento de la españolidad de la compañía y del empleo, así como la garantía de transferencia tecnológica a España, según el sindicato, que incide en la necesidad de que el plan industrial se prolongue más allá de los cinco años.
Talgo, pendiente de que se pronuncie el Gobierno
Una vez que Magyar Vagon presentó la documentación de la operación al Ministerio de Economía, a través de la Junta de Inversiones Exteriores, el pasado 22 de marzo, el Gobierno disponía de tres meses para analizar el proyecto y dar su aprobación, o no, a la compra.
Los tres meses vencían el pasado 22 de junio pero la solicitud de información adicional ha extendido el proceso, que ahora se prevé que podría estar cerrado a finales de julio o principio de agosto si no hay nuevas peticiones de información.
También la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) analiza la operación, aunque no se pronunciará antes de que lo haga el Gobierno.
La opa presentada por Magyar no gusta en el seno del Ejecutivo, que, según han publicado diversos medios, estaría tratando de montar otra operación con inversores nacionales para neutralizar la entrada húngara.
El grupo que lidera Tombor ofrece cinco euros por acción, por encima de la cotización en el mercado, lo que supone valorar la compañía en 620 millones de euros.