Merlin Properties, casi en máximos históricos tras anunciar una inversión de 620 millones

Merlin Properties cotiza en zona de máximos históricos tras anunciar una inversión de 620 millones entre este año y 2021 en la remodelación de sus activos así como en nuevos desarrollos logísticos para que su cartera sea «la más valorada y la más deseada» del mercado.

El valor se sitúa a las puertas de los 13 euros por acción, un 16,6% más respecto a los mínimos de febrero y una subida del 55% respecto a los mínimos del brexit, en junio de 2016.

Según ha afirmado su consejero delegado, Ismael Clemente, ante la Junta de Accionistas, desde su creación hasta 2016, la compañía invirtió intensamente para aprovechar que en el mercado había activos de altísima calidad a precios muy atractivos, circunstancias que no volverán a verse hasta un nuevo ciclo.

Gracias a esa visión estratégica, «muchos de esos activos especiales que sólo aparecen en el mercado de cuando en cuando están en nuestro patrimonio«, ha subrayado el ejecutivo, quien ha señalado que Merlin entra ahora en una nueva fase: invertir en optimizar su excelente base de activos para extraer el valor que atesoran.

«Tener los activos es lo complicado, desarrollar todo su potencial es solamente cuestión de diseñar planes de acción y ejecutarlos en tiempo y forma», ha afirmado el consejero delegado de la sociedad cotizada de inversión inmobiliaria (socimi).

Para ello, Merlin invertirá algo más de 250 millones de euros en la reforma de edificios de oficinas para adaptarlas a las nuevas exigencias del mercado.

Además, destinará 120 millones a sus centros comerciales, con el foco puesto en la convergencia del comercio online y físico, y cerca de otros 250 millones en el desarrollo de más metros cuadrados de capacidad logística -principalmente proyectos llave en mano- para aprovechar el tirón del comercio electrónico.

Aunque el plan se extiende hasta 2021, el grueso de los proyectos de mejora de activos se ejecutará antes de 2020, según Clemente, quien ha señalado que los trabajos se van a ejecutar en un momento idóneo, con un entorno macroeconómico favorable, un mercado inmobiliario con robustos fundamentales y claramente al alza, y desde una situación de fortaleza financiera de la compañía.

Estas circunstancias, ha subrayado, permiten ser ambiciosos y, a la vez, preparar a la compañía para que cuando llegue el próximo ciclo su cartera de activos «sea, de lejos, la de mayor calidad, la más deseada y, por ende, la más valorada y resistente del mercado».