Montero dice que los inversores reciben bien que el Gobierno entre en Telefónica, aunque en realidad la acción ha caído
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que el hecho de que la acción de Telefónica se revalorizó tras el anuncio por parte de la SEPI de compra de hasta un 10% del capital, es una prueba de que «los inversores reciben bien el que el Gobierno forme parte de su accionariado», cuando en realidad la acción solo respondió el primer día al alza, y no con mucho entusiasmo pese a la alta especulación desatada.
Sin embargo, tras esa jornada comenzó a bajar. Cerró 2023 a 3,53 euros por debajo de los 3,57 a los que concluyó la sesión del 19 de diciembre, cuando trascendió la noticia de que la la Sepi entraría en Telefónica. Como se ve, de buen recibimiento, nada de nada, sino mas bien todo lo contrario.
La acción no ha subido, sino que ha bajado
Pese a lo que diga Montero, que en su día ya defendió que el IBEX 35 subía por la confianza de los inversores en Pedro Sánchez y en su Gobierno PSOE-Sumar mas todos sus socios, como Bildu, ERC, Junts, PNV, BNG, Compromís…. ha ocurrido todo lo contrario. Los inversores ven la operación Sepi en Telefónica como una injerencia del Gobierno en la gestión de empresas privadas y en el libre mercado, donde los inversores y accionistas son los protagonistas, y no el poder político. De hecho, tras el calentón del primer día, la acción muestra una clara tendencia bajista ante la incertidumbre abierta sobre el futuro estratégico de la multinacional española y ahora cotiza por debajo del precio que tenía antes del anuncio de la Sepi.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que la intención del Gobierno «no es ser el principal accionista de Telefónica», en la que el Estado ha acordado comprar hasta un 10 % del capital, sino «un accionista más» de una empresa que ha definido como «estratégica».
Montero dice que la intención del Gobierno es ser «un accionista más» en Telefónica
Montero defiende que «la intención del Gobierno no es siquiera ser el principal accionista; es ser un accionista más dentro de Telefónica y, sobre todo, preservar los intereses de país que están muy vinculados a la defensa nacional», ha dicho Montero en una entrevista con EFE horas antes de su nombramiento como vicepresidenta primera.
El Gobierno acordó este mes de diciembre ordenar a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) adquirir hasta un 10 % del capital de Telefónica, tres meses después de que la empresa saudí de telecomunicaciones STC Group anunciara que había adquirido una participación del 9,9 % de la operadora por 2.100 millones de euros.
De alcanzar ese porcentaje, el Estado se convertiría en el principal accionista de la operadora, por delante del STC (que ha adquirido un 4,9 % en acciones y un 5 % en derivados que puede convertir en capital si cuenta con la autorización del Gobierno); el BBVA (con un 4,87 %); el fondo BlackRock (4,48 %) y CaixaBank, con un 3,5 % directo, aunque Criteria tiene otro 2,53 %.
Ventana de oportunidad para que la Sepi entre en Telefónica
Tras recalcar que la autorización del Consejo de Ministros es para comprar «como máximo» un 10 % de Telefónica, la nueva vicepresidenta primera ha señalado que aún no está decidido cómo va a financiarse la adquisición, que la SEPI ya había informado de que se llevaría a cabo minimizando el impacto que pueda tener en la cotización de la compañía y «en el menor tiempo posible».
«Ya veremos cuándo es el momento, cuando se abre lo que llaman los inversores la ventana de oportunidad», ha apuntado Montero en la entrevista. «Eso son cosas que ni se anticipan ni se avisan, porque justamente hay que aprovechar esa ventana de oportunidad que pueda tener el mercado para que sea, pues evidentemente, lo más eficiente para el conjunto de los ciudadanos», ha añadido.
Montero ha defendido la decisión como «un movimiento inteligente» y en línea con lo que ocurre en otros países europeos, como Alemania, Francia o Italia, donde «las empresas estratégicas son protegidas» por el Estado.
«Si el sector tecnológico es un sector prioritario para el conjunto de los fondos de inversión, es lógico que los países quieran proteger los intereses de su defensa nacional», lo que «tiene una pata con la participación de los Gobiernos dentro de esas empresas tecnológicas».
Montero ha dicho que no está sobre la mesa la posibilidad de que el Estado adquiera participaciones en otras empresas privatizadas, como han solicitado algunos partidos de izquierdas, y ha recalcado a ese respecto que el caso de Telefónica es «muy singular».
Papel trascendente
En ese sentido, Montero ha considerado que Telefónica está llamada a jugar «un papel trascendente» en toda la transformación tecnológica, incluido en el ámbito de la defensa, un terreno «especialmente delicado», y a ser «líder tecnológica» no solo en España, también en Europa y en el mercado internacional, porque tiene las capacidades, el conocimiento y la experiencia para serlo.
«Hay que aprovechar el potencial de una de las empresas de mayor éxito de nuestro país para convertirnos en líderes internacionales de una política que va a ser principal en el futuro», ha recalcado.