Talgo presenta resultados con la opa húngara activa y el Gobierno negociando una contraopa con sello español
Talgo presentará este martes 7 de mayo sus resultados del primer trimestre de 2024, inmersa en una opa por parte del grupo húngaro Magyar Vagon, que no gusta en el seno del Gobierno, que, según fuentes del mercado, negocia con socios industriales y capital español una contraopa.
La referencia para estos resultados es el primer trimestre de 2023, cuando el grupo tecnológico y constructor ferroviario español obtuvo un beneficio de 2,4 millones de euros, un 29 % menos que un año antes, a pesar de que sus ingresos habían crecido un 7 %, hasta casi 127 millones de euros.
El aumento de la actividad industrial y las estabilidad de los ingresos del negocio de mantenimiento explicaron ese aumento de la facturación, aunque la subida de los gastos financieros y un impuesto de sociedades efectivo más elevado llevaron a la merma del beneficio, según explicó la compañía.
Talgo ganó 12,24 millones de euros en 2023, casi diez veces más que los 1,44 millones que obtuvo en 2022. La cifra de negocio del grupo consolidado se situó en 652 millones, un 39 % más que un año antes.
Al cierre del año pasado la cartera de pedidos de Talgo sumaba 4.223 millones de euros, su máximo histórico, impulsados sobre todo por las ampliaciones de contratos ya existentes. Un 80 % del negocio es internacional.
Opa sobre Talgo del grupo húngaro Magyar Vagon
En este contexto sigue su curso la opa del grupo húngaro Magyar Vagon, presentada formalmente el 4 de abril pasado, que cuenta con el visto bueno de los principales accionistas de Talgo, agrupados en Pegaso, donde están el fondo de origen británico Trilantic, la familia Oriol y Torreal, la sociedad de Juan Abelló, que ostentan el 40 %.
La empresa que lanzó la opa es propiedad de un antiguo asesor del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y se ha consolidado en el sector ferroviario a través de privatizaciones en aquel país.
Detrás de este consorcio están DJJ y András Tombor, que fue consejero de asuntos de seguridad nacional de Orbán durante su primer Ejecutivo, entre 1998 y 2002.
El grupo húngaro ofrece cinco euros por acción, una cota que no ha conseguido tocar la acción en bolsa desde el anuncio de la oferta.
Desde su salida al mercado de renta variable el 6 de mayo de 2015, a 9,25 euros por acción, ha perdido más de la mitad de su valor, ocho veces más de lo que ha bajado en este tiempo el IBEX 35.
Oposición del Gobierno español
La opa es vista con recelo por el Gobierno español por el carácter estratégico del constructor ferroviario y por las posibles conexiones de los propietarios del grupo húngaro con capital ruso, tal como manifestó el ministro de Transportes, Óscar Puente.
El Gobierno estudia la operación en la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX), un órgano pilotado por la Secretaría de Estado de Comercio, cuyo informe será elevado al Consejo de Ministros, que debe autorizar, o no, la opa.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, confirmó la semana pasada en una entrevista con EFE que están analizando la operación, aunque eludió dar más detalles.
Según distintas publicaciones, el Gobierno habría animado una contraopa, con algún socio industrial -entre los que se menciona a Stadler, Caf y Alstom, e incluso a la sociedad estatal SEPI- que contaría con el respaldo financiero de Criteria, el brazo industrial de la Caixa.
Ninguno de ellos se ha pronunciado abiertamente sobre esa posible operación.
Además, Talgo se enfrenta a la reclamación por parte de Renfe de una compensación por 116 millones de euros por el retraso de más de tres años en la entrega de 30 trenes de alta velocidad S106, conocidos como Avril, que desde mediados abril ya se están incorporando a la flota y prestarán servicio entre Madrid y Galicia y Asturias.