Turner, filial de ACS, amplia un hospital en Pensilvania por 900 millones de dólares
Turner, filial del Grupo ACS, comenzó las obras de ampliación del hospital Geisinger Wyoming Valley Medical Center, de 900 millones de dólares, en Wilkes-Barre, Pensilvania.
Además, la renovación aumentará la capacidad del servicio de urgencias, cuidados intensivos, traumatología, servicios quirúrgicos y programas cardiovasculares avanzados.
«Es fantástico empezar a trabajar en un proyecto que transformará la prestación de asistencia en el noreste de Pensilvania», dijo Dave Kaminski, Vicepresidente y Director General de Turner Construction Company. «Esta ampliación del complejo hará avanzar la asistencia sanitaria en la región y satisfará las necesidades de la comunidad. Estamos deseando trabajar con Geisinger, nuestros socios comerciales y la comunidad local a medida que avanzamos en el proyecto.»
Según la compañía ACS, la primera fase del proyecto se llevará a cabo sobre una superficie de 55.700 metros cuadrados para la ejecución de la torre de hospitalización y la renovación del espacio dedicado a urgencias. Por otro lado, según ha explicado la compañía, primera parte debería estar finalizada en 2028, continuando los trabajos hasta 2030.
La primera parte del proyecto de ACS contará con 600.000 pies cuadrados
Está previsto que la primera fase del proyecto de 600.000 pies cuadrados, que abarca la torre de hospitalización y la ampliación y renovación del servicio de urgencias, esté terminada en 2028. Las reformas de otras zonas del centro médico continuarán hasta 2030.
En cuanto al Geisinger Wyoming Valley Medical Center, este centro está especializado en traumatología y en cirugía y rehabilitación cardíaca, abrió sus puertas en 1981 como parte de la red de centros del grupo Geisinger, que presta atención sanitaria en el centro, sur y noreste de Pensilvania.
Por otro lado, la ampliación se suma a otros contratos hospitalarios que ha realizado para el grupo ACS, como el del hospital Strong Memorial de la Universidad de Rochester (600 millones de presupuesto), en el Estado de Nueva York; el centro clínico universitario de San Antonio (500 millones), en Texas, o los australianos Royal Prince Alfred (400 millones) y Hospital Bundarberg (715 millones), en Sidney y Queensland, respectivamente.