La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Energética, Sara Aagesen, ha atribuido la subida del precio de la luz en enero al encarecimiento del gas -materia prima que emplean las centrales de ciclo combinados para generar electricidad- en un invierno «duro» y «especialmente frío» en Europa. No dice nada, sin embargo, del impacto en el recibo de la luz de las consumidores españoles de la subida del 10% al 21%, que repercute no solo el consumo, sino también en el impuesto de la electricidad con un IVA al 10% es del 5,113% y con uno del 21% sube al 6,186% al tratarse de un tributo especial. Tampoco de los menores descuentos por el bono social, ni tampoco del mayor peso en el precio de la luz de los mercados de futuros en la tarifa a precio regulado.
Aagesen señala que España es un país rico en «sol y viento» pero culpa al gas de la subida de los precios de la luz
En cualquier caso, dice Aagesen, la previsión es que los precios se moderen conforme vaya avanzando esta temporada porque España es un país de «riqueza en sol y viento», ha dicho Aagesen en una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, donde ha negado, además, que el Gobierno esté «echando un pulso» a la política energética de EE.UU. Algo contradictorio porque si España es un país de sol y viento, por qué le afecta tanto la subida del gas en los mercados internacionales en la producción de electricidad.
«Somos consecuentes con nuestra política, nuestros valores y nuestros principios, que son anteriores a (Donald) Trump», ha respondido sobre la dicotomía entre el ‘drill, baby, drill’ (perfora, cariño, perfora) con el que el dirigente estadounidense ha apoyado la continuidad de los hidrocarburos, y el ‘green, baby, green’ (verde, cariño, verde) del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Para la ministra, la transición verde es una «agenda de oportunidades» que procura a España un destacado crecimiento económico y un ‘mix’ energético que está permitiendo que, prácticamente, el 57 % de la electricidad se genere con fuentes renovables.
«Son principios y valores que funcionan en nuestro país y Europa», ha concluido.