La CE ‘no pone objeciones’ a la opa del BBVA al Sabadell, aunque la autorización final depende de la CNMC y la CNMV
La Comisión Europea (CE) ha finalizado la revisión de la operación de BBVA y Banco Sabadell bajo el Reglamento Europeo de Subvenciones Extranjeras (FSR, por sus siglas en inglés) sin plantear objeciones. Bruselas lo único que ha apuntado es que el BBVA no recibe subvenciones de países donde tiene negocios, sin profundizar más en su análisis. La opa hostil de quien verdaderamente depende es de la CNMC, que ve riesgos potenciales en esta operación y que no espera un dictamen final hasta 2025, porque quiere tener la opinión de posibles afectados colateralmente más allá de la de los dos bancos y de la CNMV que no parece dispuesta a pronunciarse hasta tener en su mesa el expediente de la CNMC.
Según un comunicado del BBVA, el 21 de octubre, se publicó en la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea el expediente de notificación de la oferta de compra a los accionistas de Banco Sabadell por parte de BBVA. El expediente se origina en el FSR, una normativa de julio de 2023 que se centra en las subvenciones otorgadas por países no pertenecientes a la UE a empresas que operan en el mercado único europeo.
El visto bueno de la CE es más un simple trámite que una autorización a la opa
La norma obliga a notificar con carácter previo a la Comisión Europea las operaciones de concentración con empresas establecidas en la UE y licitaciones públicas de determinada envergadura. Además, otorga a la Comisión Europea la facultad de iniciar investigaciones de oficio sobre subvenciones extracomunitarias potencialmente distorsionadoras. Hoy ha finalizado el plazo de 25 días hábiles establecido en el FSR desde que BBVA comunicó la operación a las autoridades comunitarias para que la Comisión Europea completase su revisión del asunto.
Tanto el BBVA como el Sabadell daban por hecho el visto bueno de Bruselas desde que se supo que la Comisión Europea examinaría la operación para explorar la existencia de potenciales subsidios de países extranjeros que pudiera distorsionar el mercado.
Tras superar este escollo, ahora faltan los dos mayores y claves en el futuro de la opa hostil del BBVA al Sabadell: los informes de la entidad que supervisa el funcionamiento de los mercados españoles, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que controla el buen funcionamiento de la competencia y que se encuentra analizando la operación con más detalle.
La opa del BBVA podría empeorar ciertas condiciones comerciales para particulares y pymes
A mediados de este mes, la CNMC comunicó su decisión de pasar a una segunda fase en su análisis de la opa al no poder descartar ciertos «riesgos potenciales» en la misma, como el de posible reducción de crédito a las pymes, entre otros, un análisis menos frecuente y más exhaustivo que podría alargarse hasta bien entrado 2025.
Según explicó el organismo, la operación podría empeorar ciertas condiciones comerciales para particulares y pymes, al tener la entidad resultante «incentivo y capacidad» de ejecutar cambios «sin riesgo de perder clientes» donde quedara como único operador o con competencia reducida.
El documento también se refería al riesgo de la exclusión financiera, al considerar posible el cierre de oficinas «en aquellos municipios donde la entidad resultante no se enfrenta a competencia».
Precisamente, relataba, en este tipo de entornos, muchas veces situados en zonas rurales, suelen habitar tanto personas mayores como vulnerables en términos financieros, al ser los colectivos con menor acceso a la banca ‘online’, de modo que la desaparición de oficinas podría dejarlos sin acceso u obligarlos a desplazarse.
Pocos días después de conocerse que la operación pasaba a una segunda fase, el BBVA envió a la CNMC una serie de medidas que considera «inéditas» para garantizar la inclusión financiera, el crédito a las pymes y la competitividad, especialmente en Cataluña y la Comunidad Valenciana.