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Cambios en Transición Ecológica: Sánchez manda a Ribera a Europa
Si hay algo que ha caracterizado a Ribera al frente del ministerio de Transición Ecológica desde que Pedro Sánchez emprendió la moción de censura contra Mariano Rajoy tras perder las elecciones generales y con solo 84 diputados, frente a los 138 de los populares, es su falta de neutralidad en materia energética, que le ha llevado a duros enfrentamientos con distintos actores del sector como Repsol.

Cambios en Transición Ecológica: Sánchez manda a Ribera a Europa

24 abril, 2024
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Actualizado: 24 abril, 2024 12:45
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Pedro Sánchez se deshace de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, como en su día hizo con Reyes Maroto, que la mandó al Ayuntamiento de Madrid para que perdiera las elecciones frente a Almeida, y la manda a Europa como candidata del PSOE para las elecciones del 9 de junio.

Así lo ha anunciado el PSOE, que este viernes incorporará la designación en el Comité de Listas, que confeccionará un dictamen junto con las propuestas llegadas de todas las federaciones, y el sábado 27 de abril se llevará a votación al Comité Federal, del que saldrá la lista definitiva. Todo un procedimiento protocolario controlado por Sánchez que es que el decide en persona todo lo relacionado con el partido socialista.

Si hay algo que ha caracterizado a Ribera al frente del ministerio de Transición Ecológica desde que Pedro Sánchez emprendió la moción de censura contra Mariano Rajoy tras perder las elecciones generales y con solo 84 diputados, frente a los 138 de los populares, es su falta de neutralidad en materia energética, que le ha llevado a duros enfrentamientos con distintos actores del sector como Repsol.

Muy beligerante contra la energía nuclear y los combustibles fósiles, Ribera ha sido una de las pocas ministras que se ha mantenido en su cartera desde el primer Ejecutivo de Pedro Sánchez, ganando peso político, competencias y proyección internacional, tras sus éxitos en materia energética.

Ribera, 100% renovable

La todavía ministra se ha situado claramente del lado de las energías renovables, una energía solo para ricos por el alto desembolso que hay que realizar para su instalación, tras dar el último carpetazo al funcionamiento de las centrales nucleares donde España se está quedando sola, con el establecimiento de un calendario de cierre escalonado que concluirá en 2035.

Con el acelerador del Plan de Recuperación, desde su departamento se ha desplegado una política de ayudas a la extensión de las renovables, el autoconsumo y las comunidades energéticas, y se ha trabajado en mejorar dos de los potenciales obstáculos de las energías limpias: los trámites burocráticos y la oposición social.

También se ha querido potenciar un vector energético en el que están puestas las esperanzas de descarbonización del transporte y la industria pesada, el hidrógeno verde. Sin embargo, no ha sido capaz de desarrollar una infraestructura suficiente de puntos de recarga para coches eléctricos y muchas empresas de energía solar nacidas al calor de la especulación creada desde el propio ejecutivo con subvenciones que al consumidor final llegar tarde y mal han quebrado.

Enfrentamiento con Repsol

La ministra Ribera dejará el complejo madrileño de Nuevos Ministerios con la guerra abierta con Repsol, de las compañías que más críticas con la estratégica energética del Gobierno, al que acusa de falta de neutralidad y de llevar a cabo una política solo para ricos penalizando fuentes de energía como el gas natural o los combustibles sintéticos.

La demanda de Iberdrola a la multinacional española por supuesto blanqueo ecológico de su publicidad ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Tras una enigmática publicación de Ribera en una red social -«Y llega a los tribunales el hartazgo por el #greenwashing», rezaba-, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, la interpeló públicamente -«Ministra, ¿quiere que cerremos las refinerías?», dijo-.

Con las aguas más calmadas, la vicepresidenta tercera atribuyó las palabras de Imaz, al que meses atrás había acusado de «negacionismo climático», a una reacción propia de un «momento de inflamación».

La polémica rodea al marido de Ribera

En septiembre de 2022, el Gobierno propuso nombrar a la directora de Energía de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), María Jesús Martín, consejera de este órgano, en sustitución de Mariano Bacigalupo, que pasó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Bacigalupo es el marido de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y su puesto en temas de energía en la CNMC había levantado una gran polémica, porque era uno de los encargados de vigilar las actuaciones del Ministerio que dirige su mujer.

Bacigalupo ascendió rápido con la llegada del PSOE al poder y Ribera al Gobierno. Desde 2022 era el presidente del Grupo de Reguladores Postales Europeos (ERGP) y, desde 2017, consejero de la CNMC.

Entre 2020 y 2022, Bacigalupo fue vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Entidades Reguladoras de la Energía (ARIAE) y, desde 2021, miembro del Consejo de Reguladores de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía de la Unión Europea (ACER).

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