El sector turístico prevé una buena campaña de invierno y encara con optimismo el año 2024

El sector turístico espera una buena campaña de invierno, con una subida en todo tipo de reservas, destacando sobre todo su incremento en el transporte y el alojamiento, según un informe del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR) presentado este jueves.

El sector turístico encara también con optimismo el año 2024 a pesar de ciertos «nubarrones» en el horizonte que podrían impactar en su evolución de índole geopolítica (los conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Medio), de tipo económico (subida de precios) o, en menor medida, la situación política nacional.

Del informe de Temporada Invierno 2023/24 del ObservaTUR se desprende que las expectativas de las agencias para los meses invernales siguen siendo positivas en el caso de los viajes cortos y las predicciones sobre el gasto en viajes por persona son las más favorables de los últimos dos años.

Tanto los viajes nacionales como los internacionales muestran un dato positivo, elevando las previsiones del pasado invierno, con un ascenso más relevante en los destinos nacionales.

En el plano nacional, la proyección más optimista para el turismo se concentra en las reservas de destinos de ‘playa-islas’, seguidos de los rurales, mientras que los viajes de ‘ciudad’ siguen siendo los que concentran las mayores expectativas de aumento, seguido de viajes de nieve y, en última posición, de ‘parques temáticos’.

En la esfera internacional, todos los destinos confirman el balance positivo alcanzado el pasado año, incrementándose en el caso de ‘capitales europeas’ y ‘circuitos europeos’, en tanto que los viajes al Caribe siguen la misma tónica positiva como en los últimos dos años.

El sector turístico, optimista con 2024

Tras consolidar su recuperación en 2023, con datos que rozan (y en ciertos casos superan) las cifras previas a la emergencia sanitaria, el sector turístico «tomará un nuevo impulso y seguirá siendo, si nada lo impide, el motor de la economía nacional, en términos de riqueza nacional y creación de puestos de trabajo».

En un clima de optimismo y crecimiento, «todos los segmentos y subsegmentos crecerán exponencialmente, en particular aquellos relacionados con el turismo experiencial, que parece alzarse como la gran baza del nuevo año».

De este modo, subirían el turismo cultural, el deportivo, de salud o el enogastronómico (gracias a las cerca de 300 estrellas Michelin que luce España) y se ‘cuelan’ entre las opciones de futuro el turismo de pantalla, el turismo azul, el ‘bleisure travel’ y el sénior, al que algunos auguran «un notable brillo, teniendo en cuenta el tamaño y capacidad del mercado objetivo».

Asimismo, se da prácticamente por restablecido el turismo de negocios y el MICE, con cifras que están ya próximas a las que se daban antes de la pandemia, y, lo mejor, anticipan un año 2024 con calendarios rebosantes de citas y convocatorias, dada la anticipación que requiere este capítulo.

El negocio vacacional

En el sector turístico vacacional, destaca sobre todo la implicación cada vez más directa de los clientes en la confección de los viajes; se anticipan estancias más cortas, pero más repetidas; experiencias en grupos reducidos y la consolidación de la contratación de seguros y servicios cada vez más adaptados a las demandas del mercado.

En su mayoría, los viajes seguirán siendo nacionales (por precios y proximidad), aunque los desplazamientos por Europa se incrementarán, al igual que lo harán los movimientos internacionales de medio-largo recorrido, sobre todo algunos puntos de Asia-Pacífico, Estados Unidos (con Nueva York a la cabeza), Latinoamérica y Caribe.

El estudio identifica también una serie de retos pendientes sobre los cuales se habría de avanzar en 2024, entre los que destacan la mejora de la colaboración público-privada, la corrección de la estacionalidad, la profundización en la digitalización o la armonización de las relaciones entre los turistas y los locales, como una de las claves del desarrollo sostenible del turismo.