Eurelectric: ‘Si todos en Europa aplicaran el mecanismo ibérico, Putin estaría contento’

Eurelectric: ‘Si todos en Europa aplicaran el mecanismo ibérico, Putin estaría contento’

30 mayo, 2023
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Actualizado: 30 mayo, 2023 18:28
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El secretario general de la patronal eléctrica europea, Eurelectric, Kristian Ruby, sostiene que el «mecanismo ibérico» de España y Portugal es una mala solución para la UE porque incentiva el consumo de gas, aboga por un ahorro «sistémico» de energía y asegura que las empresas afrontan de manera «constructiva» la reforma del mercado eléctrico.

«Aumenta el consumo de gas (…). Si todo el mundo hiciera eso en Europa, (el presidente ruso, Vladímir) Putin estaría contento», dice en una entrevista con EFE Ruby, el máximo responsable del «lobby» de las asociaciones empresariales del sector de la electricidad en Bruselas.

Los críticos con el icónico sistema de España y Portugal que limita el precio del gas utilizado para producir electricidad discuten su eficacia, dicen que genera incertidumbre para los inversores y aseguran que fomenta el consumo de gas, ya que España redujo el consumo sólo un 10,8 % entre agosto de 2022 y abril de 2023 frente al 17,7 % de media en la UE, según datos de la Comisión.

Los defensores del sistema ibérico atribuyen esa diferencia al aumento de la electricidad que España vende a Francia y a una sequía histórica que lastró la generación hidráulica, y valoran que haya ahorrado más de 5.100 millones de euros en las facturas españolas desde que empezara a aplicarse en junio de 2022 hasta mediados de marzo de 2023, según datos del Gobierno.

Eurelectric rechaza las intervenciones en el mercado

Desde Eurelectric, rechazan las intervenciones en el mercado, tanto mecanismo ibérico como otros tipos de «topes» al gas, pero las grandes compañías del sector, en cambio, ven con buenos ojos la propuesta de la Comisión para afrontar la reforma del mercado, porque los conceptos «más disruptivos» se han evaporado.

La patronal eléctrica europea cree que será posible que los Estados miembros y el Parlamento Europeo cierren un acuerdo en los próximos meses, en una negociación final que coincidirá con la presidencia española del Consejo de la UE.

«Estamos en una línea bastante constructiva con la reforma. No planeamos hacerla descarrilar. Sólo alertamos con fuerza contra el sistema que se puso en práctica como medida de emergencia y lo que no nos gusta de la propuesta de González Casares es que reintroduce ese sistema», comenta Ruby.

Se refiere al techo de 180 euros el megavatio-hora para la generación renovable, hidráulica y nuclear que propone el ponente del texto en el Parlamento Europeo, el español Nicolás González Casares (PSOE), y que se activaría en caso de que se repita una fuerte subida de precios del gas de manera sostenida.

El precio se sitúa a la altura del «tope dinámico» para las compras mayoristas de gas aprobado el pasado diciembre por los Veintisiete como medida de emergencia.

Los topes a los precios no solucionan nada

Ruby sostiene que «no solucionaría nada» y alejaría las inversiones que la UE necesita para cambiar la matriz energética de su economía, que ya están migrando hacia el sector del gas y el petróleo porque «ven que no hay intervención y no hay política pública o discusión sobre estos enormes beneficios», mientras que «todo el foco está en cambiar las reglas del sector de la electricidad».

En vez de introducir cláusulas para interferir en el mercado, el paladín del sector eléctrico en Bruselas propone negociar unas reglas fiscales distintas con los Estados y las empresas, que sería «más manejable» para las compañías porque «nadie está superorgulloso de un dividendo de guerra, un beneficio enorme caído del cielo».

Pero, sobre todo, receta que se persiga un ahorro «sistémico» de energía -no sólo de electricidad- y no complacerse con la reducción del consumo de gas registrada durante la crisis de precios, que responde sobre todo a la ralentización económica y un invierno tibio, a la destrucción de demanda y, en menor medida, a un ahorro «espontáneo» por la carestía, dice.

«No creo que el 2022 fuera un año histórico de ahorro energético. No lo compro. Hubo una reducción, pero fue un invierno suave. Si la sociedad hubiera sentido una presión real, en el sentido de que hacer esto es cuestión de vida o muerte, podríamos haber hecho mucho más», asegura Ruby.

Más allá del mercado

La electrificación de la economía europea se enfrenta también a otros desafíos, como lo «dominante» que es China en toda la cadena de valor de los paneles solares, que podría volverse un problema crítico si se llega a una «guerra comercial irreconciliable entre China y la UE causada por una ruptura geopolítica», y a la seguridad de las instalaciones.

«Ninguna infraestructura construida en los últimos treinta años, excepto en el caso de algunas centrales nucleares, se ha construido para resistir una guerra», resume Ruby, que evoca el sabotaje no esclarecido de los gasoductos Nord Stream I y II y las recientes revelaciones periodísticas sobre barcos rusos en la zona antes de las explosiones.

Según el secretario general de Eurelectric, proteger las infraestructuras energéticas requerirá cooperación entre políticos, militares y empresas para diseñar planes de contingencia que podrían incluir una vigilancia reforzada de barcos hostiles en aguas europeas, diseñar «redes en malla» en vez de conexiones «de punto a punto» o prohibir la navegación en zonas sensibles.

«Tenemos que mirar nuestra infraestructura crítica con un nuevo par de gafas: como un objetivo potencial de operaciones militares hostiles y de sabotaje», concluye.

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