Gortázar califica de ‘tasa CaixaBank’ el impuesto extraordinario a la banca
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha considerado este jueves que una extensión del impuesto sobre la banca discrimina a las entidades financieras frente a otros sectores y competidores europeos, y tendrá además un efecto negativo sobre el crédito.
Ante la posibilidad de que el gravamen temporal se prolongue otros tres años, Gortázar ha afirmado durante la rueda de prensa de presentación de resultados del tercer trimestre que la propuesta es «un impuesto al crédito» que a sus ojos dañará a la economía española.
El consejero delegado ha sostenido que CaixaBank será previsiblmenete la entidad que más pagará en España. «Podríamos llamarlo la tasa CaixaBank», ha declarado.
El tributo, por el que el banco ha desembolsado este ejercicio 493 millones de euros, se aprobó hace dos años en un entorno de elevada inflación y en estos momentos, con los precios controlados, «deja de tener sentido» y es «innecesario», ha considerado.
Caixabank se siente discriminada
«Nos sentimos discriminados frente a todos los demás sectores que no tienen una carga», ha dicho Gortázar, que considera una «muy buena decisión» que el sector energético vaya a quedar eximido del gravamen.
En el caso de las energéticas «el efecto de ahuyentar la inversión es muy visible», mientras que para la banca se produce «un efecto más paulatino». «No se está apreciando bien el daño que se hace a la economía», ha recalcado el máximo directivo de CaixaBank.
En España, ha detallado, el crédito «no está creciendo» y, en particular «el crédito empresarial está cayendo», ha advertido, al tiempo que ha resaltado que otros países del entorno europeo pueden jugar con ventaja en los próximos años.
En particular, ha apuntado a la posibilidad que ante una eventual fusión transfronteriza entre entidades comunitarias el tributo pueda afectar a la ubicación de los recursos: «¿Cómo vamos a defender que las actividades se queden en España y no en Francia, o en Italia, o en Alemania?», ha afirmado.
El consejero delegado ha pedido que se abra un periodo de debate sobre la extensión del impuesto y se reconsidere su aplicación.
Si se acaba aprobando el gravamen, CaixaBank acatará la legislación, pero ha avanzado que el banco volverá a estudiar la posibilidad de recurrirla si considera que no se ajusta a derecho.