La andaluza Montero niega ahora la independencia fiscal para Cataluña pactada por Sánchez con ERC
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, la andaluza María Jesús Montero, que en su día llegó a ser consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, una de las comunidades más afectadas por el acuerdo fiscal de Sánchez con ERC para Cataluña para que Salvador Illa fuera presidente de la Generalitat, ha negado que el acuerdo fiscal para Cataluña pactado con ERC sea un concierto económico y ha invitado a las comunidades autónomas a «inspirarse» en ese pacto para «poder explorar otras rutas y caminos» en el sistema de financiación autonómica.
Esa defensa de Montero del pacto de Sánchez choca radicalmente con la postura de diversos barones socialistas que ven en él una discriminación para el resto de los españoles. Muy claro lo tienen, además, los inspectores de Hacienda, los que más y mejor conocen la situación fiscal en España. En comunicado manifestaron su «rechazo frontal y absoluto al acuerdo alcanzado sobre la independencia fiscal, que no es más que un modelo de financiación a la carta para Cataluña, bajo el falaz reconocimiento de una singularidad histórica que lo que pretende es romper con los principios establecidos en nuestra Constitución».
El comunicado de los inspectores de Hacienda, que, por cierto, dependen de la propia Montero, añadía que el artículo 133 de la Constitución «reserva la potestad tributaria originaria al Estado, aunque permite a las CCAA y a las entidades locales establecer y exigir impuestos, pero esta distribución lo que no admite es que dichas comunidades y, en este caso, una de ellas, exija el ingreso de los principales impuestos estatales, eliminando, por la vía de hecho, saltándose la Constitución y en base a un acuerdo que no representa a la mayoría social, la potestad originaria que sólo corresponde al Estado».
«La puesta en marcha de esta barbarie implicará consecuencias terribles para todos los españoles y entre ellos, y de forma especial, para quienes residen en Cataluña» añadían los inspectores que se preguntaron al mismo tiempo por «cuál sería el panorama al que se enfrentarían la Agencia Tributaria y el Gobierno de Sánchez si la Comunidad de Madrid diera un golpe en la mesa y pidiera también gestionar y recaudar todos sus impuestos. Pues no hay duda de que el Estado se quedaría sin fondos».
Pese a todas las evidencias, en su contra. Montero, a lo suyo. En rueda de prensa este miércoles con motivo de su visita institucional al Ayuntamiento de Rota (Cádiz), Montero ha defendido que el acuerdo firmado por los socialistas catalanes con ERC «no es un concierto económico ni una reforma al uso del sistema de financiación autonómica» y además «no supone ningún agravio para el resto de los territorios».
Montero, por supuesto, arremete contra el PP
Ha criticado las contradicciones del PP en materia de financiación autonómica y lo ha emplazado a que, si presenta una propuesta, que sea una ley orgánica y no principios inspiradores del sistema con los que «todos están de acuerdo».
La ministra ha defendido que el pacto fiscal en Cataluña puede servir para «poder explorar otras rutas y caminos que permitan satisfacer la demanda de autogobierno de todos los territorios sin que implique quebrar la solidaridad del conjunto de los servicios públicos», y ha garantizado que «va a ser bueno para toda España y muy bueno para Andalucía».
A su juicio, una financiación singular, como la hay en Cataluña y también para Canarias o Baleares, es compatible con un modelo de financiación que sea justo.
En ese sentido, ha incidido en que el acuerdo catalán «arroja una nueva mirada sobre el sistema de financiación que puede tener interés para todo el territorio», dado que las posiciones hasta ahora de «máximos de las comunidades impiden llegar a un denominador común».
Por ello, ha sostenido que sería «bueno cambiar la mirada» en dos cuestiones como son la suficiencia de recursos y la igualdad en las prestaciones de los servicios públicos, ya que cuando una comunidad pide que su financiación se lleve a la media implica que no reconozca que el modelo tiene que distinguir algunas variables como la población, la dispersión e insularidad, entre otras.
Montero acusa de mentirosos a aquellos, incluidos en ellos miembros destacados del PSOE como Emiliano García-Page o Javier Lambán, que critican el pacto de Sánchez con ERC porque rompe la solidaridad entre españoles
Eso es «poner en cuestión el propio modelo», ha advertido Montero, quien ha emplazado a los partidos a «reorientar la mirada para avanzar» en la reforma del sistema de financiación de las autonomías.
Si bien ha considerado urgente «acortar el diferencial» entre la mejor y la peor financiada porque «no hay justificación para que haya 800 euros de diferencia por habitante».
Ha afirmado que miente quien acusa al Gobierno de «atentar contra la solidaridad» de los territorios porque los modelos de financiación siempre han estado presididos por una mayor autonomía fiscal y la solidaridad, entendida como la «aportación de todos los territorios para asegurar los servicios públicos vivan donde vivan» los españoles.
Por ello, ha lamentado que el PP haya hecho de la «confrontación con Cataluña el eje de su política».
Le ha reclamado que cese en sus contradicciones de reclamar más recursos al Estado y a la vez baje los impuestos » a los ricos» en las comunidades en las que gobierna, o que pidan compensaciones por la bajada de la recaudación derivada de la bajada del IVA de los alimentos y de la luz, como ha hecho el gobierno andaluz, ha reprochado la ministra.