Sara Anguera. El inicio de 2025 trae consigo la temida cuesta de enero, una combinación de subidas en tarifas, impuestos y precios regulados que afectan directamente al poder adquisitivo de las familias, especialmente en España. Este fenómeno, característico de cada comienzo de año, llega además tras los altos gastos de las festividades navideñas, lo que genera un doble impacto económico en los hogares.
Aumentos en sectores clave
En España, el mes de enero marca el incremento de precios en servicios regulados por las administraciones, como el transporte público, los peajes y las tasas administrativas. Además, los sectores estratégicos, como la electricidad, el gas y las telecomunicaciones, también registran incrementos. Por si fuera poco, las recientes medidas fiscales del Gobierno, incluyendo subidas del IVA en alimentos básicos como la leche, el pan y las frutas, han intensificado la presión sobre los presupuestos familiares.
En este contexto, los consumidores enfrentan un panorama complejo, agravado por las medidas fiscales del Ejecutivo, que prevé recaudar 4.500 millones de euros adicionales este año. Aunque iniciativas locales, como las rebajas fiscales en Andalucía, intentan aliviar la carga, la sensación generalizada es de incertidumbre económica.
Impacto tras las Navidades en la cuesta de enero
La cuesta de enero no sólo es un problema estructural derivado de las políticas de precios regulados. También está estrechamente vinculada a los excesos económicos de la temporada navideña. Entre regalos, cenas y eventos, las familias se enfrentan en enero a un desequilibrio entre sus ingresos y los gastos acumulados.
El alivio parcial viene de la mano de las rebajas de invierno, que ayudan a las familias a adquirir bienes a precios más bajos. Sin embargo, expertos en finanzas advierten sobre los riesgos de realizar compras compulsivas, recomendando un consumo responsable y priorizar lo necesario.
Consejos para superar la cuesta de enero
Algunos consejos o recomendaciones de como afrontar la cuesta de enero de forma más saludable son:
- Planificar el presupuesto anual, considerando el aumento de gastos en diciembre.
- Reducir gastos innecesarios y optimizar el consumo en enero.
- Aprovechar las rebajas con responsabilidad, evitando compras impulsivas.
- Fomentar el consumo responsable, reutilizando productos y limitando el desperdicio de alimentos.
Un desafío anual con raíces estructurales
Por otro lado, el PP acusa al Gobierno de provocar «la peor cuesta de enero» en Málaga, señalando el aumento de precios en gasolina y peajes, como el tramo Málaga-Marbella, que costará casi nueve euros en temporada alta. En una rueda de prensa en Marbella, Garre criticó la «voracidad fiscal» del Ejecutivo de Sánchez, que ha aplicado 93 subidas de impuestos y cotizaciones desde 2019, incluidas 12 nuevas alzas a principios de 2025.
Destacó el incremento del IVA en alimentos básicos y luz, así como el impacto en las nóminas por el impuesto destinado a la hucha de las pensiones. Garre contrapuso el modelo fiscal «moderado» del PP frente al «afán recaudatorio» del Gobierno, que prevé recaudar 4.500 millones de euros adicionales este año.
La cuesta de enero no es un fenómeno aislado, sino un reflejo de la interacción entre las políticas económicas, los ciclos de consumo y la planificación financiera de los hogares. Las familias no sólo enfrentan el reto de equilibrar sus cuentas tras las Navidades, sino también el impacto de subidas fiscales y de precios en sectores esenciales.
Además de políticas públicas más sensibles al bolsillo de los ciudadanos, la clave está en una gestión financiera familiar prudente, que permita superar este bache y encarar el resto del año con mayor estabilidad.