La Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) sostiene que casi dos años después de la entrada en vigor de la ley de vivienda el escenario es peor, con una caída de la oferta del 40 % en muchas ciudades, y pide a los políticos que dejen de lanzar globos sonda ante la desesperación ciudadana. Entre esos globos sonda se encuentra los lanzados de forma continua por la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, que asegura que esa ley de vivienda está causando efectos muy beneficiosos en los comunidades donde se ha aplicado.
Tras las manifestaciones de este fin de semana en cerca de 40 ciudades, FAI señala que el problema del alquiler que sufre España va camino de no tener precedentes y considera que el Gobierno central y los autonómicos no están aplicando soluciones que reviertan la escalada de precios y la escasez de producto que se ha generado ante el miedo y la inseguridad.
FAI señala que el problema del alquiler de vivienda que sufre España va camino de no tener precedentes
En un comunicado, la federación reclama un marco legal estable y consensuado entre todas las administraciones para aprobar medidas que equilibren la oferta y la demanda, ya que «esto no va de urnas ni réditos electorales», y pide a los políticos que salgan de su «burbuja política» y vean la gravedad de la situación y la desesperación de millones de personas para acceder a una vivienda.
«Si los políticos, independientemente de sus siglas, no resetean, corrigen sus errores y ponen el contador a cero, la cosa no irá a mejor», afirma el presidente de FAI, José María Alfaro, que insiste en reclamar un pacto de Estado por la vivienda.
Asimismo, pide luz verde a las diferentes medidas que han anunciado en materia de ayudas a la rehabilitación y bonificaciones para sacar más vivienda al mercado, avales para la protección ante impagos, más colaboración público-privada para la gestión de arrendamientos de vivienda, así como todas las rebajas fiscales prometidas en materia de vivienda.
Por su parte, la empresa de servicios al alquiler Arrenta sostiene que el coste de mantener un inmueble vacío supera el 6 % y en ocasiones puede alcanzar el 10 % su valor catastral y apunta que el parque de viviendas que no están ocupadas en España sigue siendo muy alto, más del 14 %, lo que equivale a casi 4 millones de viviendas.