El Banco Central de Marruecos ha autorizado el cambio de control indirecto en la sucursal de Banco Sabadell en ese país, donde la entidad catalana cuenta con oficinas de representación, en el marco de la operación con BBVA, con lo que este cuenta con todas las autorizaciones internacionales necesarias.
En una nota, BBVA destaca que cuenta ya con tres de las aprobaciones más relevantes en Europa, entre ellas la autorización de la autoridad de regulación prudencial (PRA) del Reino Unido y la no oposición del Banco Central Europeo (BCE).
Eso sí, todas estas autorizaciones pueden considerarse como de trámite burocrático, porque la principal es la de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), aunque ni siquiera eso, porque al final la decisión o no de aprobar esa fusión está en manos del Gobierno, que tendrá que sopesar que le conviene más, o las presiones de Cataluña, con Junts y ERC (14 votos en el Congreso de los Diputados) a la cabeza más los empresarios catalanes favorables a los intereses del Sabadell o la del País Vasco, con el PNV (5 votos en el Congreso de los Diputados) defendiendo la operación del BBVA, que a fin de cuentas para eso tiene su sede social en Bilbao.
El Gobierno, por mucho que aprueban la operación distintos organismos involucrados, incluida la CNMC, es el que tiene la última palabra en la fusión entre el BBVA y Sabadell
Asimismo, la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea (CE) cerró sin objeciones la revisión de la operación bajo el reglamento europeo de Subvenciones Extranjeras.
En México, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) autorizó la adquisición de la filial de Banco Sabadell en el país, donde la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) concluyó que la operación no genera riesgos para la competencia en el sector bancario.
En España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está a punto de concluir su análisis sobre el efecto en la competencia de una hipotética fusión del BBVA y el Banco Sabadell.