ING está dando los primeros pasos para lanzar su propia unidad de banca privada en España, un movimiento con el que busca atender a clientes con mayores ingresos y patrimonio. El proyecto, aún en fase de diseño, tiene como horizonte de lanzamiento finales de 2025 o principios de 2026, y estará enfocado en ofrecer soluciones financieras adaptadas a perfiles con necesidades más complejas. Entre las opciones previstas figuran carteras de gestión delegada, asesoramiento personalizado y servicios exclusivos para una gestión patrimonial avanzada.
El banco quiere diversificar su propuesta de valor, ampliar su base de negocio y consolidarse en el segmento de rentas altas. Aunque todavía no se han definido los criterios para considerar a un cliente como de alto patrimonio, la entidad ya cuenta con una base significativa de usuarios con saldos por encima de la media, según reconocen desde su dirección.
«Nos hemos dado cuenta de que muchos de nuestros clientes necesitan productos diferentes. Estamos desarrollando una oferta pensada para quienes requieren límites más amplios en transferencias, tarjetas de crédito, y atención más personalizada», comentó Javier Montes, responsable de banca de particulares de ING en España, en una reciente entrevista a Cinco Días.
La futura banca privada de ING seguirá los principios que han guiado tradicionalmente a la entidad: sencillez, cercanía, transparencia e innovación, con un claro componente digital. “Detectamos un número importante de clientes con mayores ingresos, y queremos ofrecerles soluciones alineadas con sus expectativas”, señalaron desde el banco.
ING se ha posicionado como uno de los principales bancos del país por volumen de usuarios
Con más de 4,4 millones de clientes en España, ING se ha posicionado como uno de los principales bancos del país por volumen de usuarios, superando a entidades como Unicaja o Bankinter. Su cuenta nómina sin comisiones ha sido clave en su expansión, y sigue atrayendo nuevos clientes. En el primer trimestre del año, la entidad aumentó su base de usuarios un 4% interanual y confía en alcanzar cifras récord en 2025.
La apuesta por segmentar su oferta ha ganado protagonismo desde la llegada de Javier Montes al frente de la banca minorista. En ese contexto, ING ya ha lanzado productos dirigidos a perfiles concretos, como una cuenta para adolescentes que ya supera los 20.000 usuarios, y estudia nuevas propuestas para el público sénior, al que considera estratégico por su valor creciente.
Este movimiento hacia la banca privada refleja una tendencia del mercado español, en la que múltiples entidades han reforzado su presencia en el segmento de altos patrimonios. Grandes bancos como CaixaBank (Open Wealth), Kutxabank (Fineco) o Santander (Beyond Wealth) han desarrollado marcas especializadas, mientras Unicaja ha renovado su estrategia para crecer en este nicho.
También han ganado terreno firmas independientes como Diaphanum, Singular Bank, Renta 4 o A&G, junto con entidades internacionales como Lombard Odier, Pictet, Julius Baer o BNP Paribas, que apuestan por oficinas en ubicaciones estratégicas, como la Milla de Oro madrileña.
El sector de la banca privada en España gestiona activos por valor de unos 900.000 millones de euros, según Intelect Search, lo que lo convierte en un segmento cada vez más relevante para las entidades financieras, especialmente en un contexto de racionalización de oficinas de banca comercial y mayor apuesta por modelos de atención personalizada para clientes de alto nivel.