La gestora Invesco, en un escenario en el que la volatilidad y la incertidumbre de la política estadounidense continúe todo 2025, apuesta por la renta variable de Europa, el Reino Unido y Asia, y prevé una bajada de tipos del BCE en Europa y dos de la Fed en EE.UU de aquí a final de año.
El responsable de Distribución de Activos de Iberia de Invesco, Fernando Fernández-Bravo, en la presentación de previsiones para la segunda mitad del año, ha destacado que, aunque los aranceles de EE.UU. se mantienen en máximos de varias décadas, son bastante inferiores a los anunciados inicialmente por el presidente de EE.UU., Donald Trump, en el que denominó «Día de la Liberación».
Además -ha añadido-, las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China mejoran gradualmente y estos factores combinados probablemente provoquen una leve desaceleración de la economía estadounidense, aunque la ampliación de las rebajas fiscales y la desregulación podrían mejorar las cosas.
Las presiones desinflacionistas en Europa y China deberían permitir a los gobiernos y bancos centrales estimular sus economías nacionales.
Ante este escenario, que Fernández-Bravo ha denominado como «base», consideran como activos favorecidos la renta variable europea, la del Reino Unido y la asiática, por encima de la de EE.UU.
Apuestan también por el sector tecnológico y, en renta fija, sobreponderan los bonos globales excepto de EE.UU. (corporativos y soberanos).
En cuanto a la estrategia de cobertura, Invesco opta por los metales industriales, y respecto a las divisas, por el euro y la libra esterlina.
Invesco se decanta por la renta variable
En un escenario más pesimista, Invesco se decanta por la renta variable, por los sectores no estadounidenses de baja volatilidad y defensivos; y en renta fija por deuda soberana, especialmente la que no sea de EE.UU.; y como activos refugios por el oro y los metales preciosos.
En el marco más optimista, Invesco optaría por la renta variable y las empresas de pequeña y mediana capitalización; y en renta fija por grado de inversión de EE.UU. y los bonos de alto rendimiento, los ’High Yield’.
Respecto a la política monetaria, Invesco cree que el Banco Central Europeo (BCE) va a realizar una bajada más de tipos de aquí a final de año, mientras que la Reserva Federal de EE.UU realizará dos.
En el caso de EE.UU., Invesco observa un problema de desaceleración y por ello consideran que pueden llevar a cabo dos bajadas de tipos, ya que la inflación no la tiene este país del todo controlada, a lo que se une que las políticas de Trump no ayudan a controlarla en el corto plazo.
En el caso de los aranceles, Fernández-Bravo ha dicho que se sitúan en sus niveles más altos desde la década de 1920, aunque ha precisado que Europa parece bien protegida frente a los mismos, ya que las exportaciones directas de Europa a EE.UU. representan una pequeña parte del PIB. También ha destacado, en este sentido, que China se ha mostrado «sorprendentemente» resistente.
Los riesgos de invertir en valores de emisores extranjeros
Para Fernández-Bravo el mercado va a estar mucho más atento al control de la inflación, el déficit y la guerra comercial que a la situación geopolítica, en referencia a las guerras entre Rusia y Ucrania, y ahora el conflicto en Oriente Medio. Unos conflictos por los que, en su opinión, las bolsas están pasando «muy por encima» y a la «ligera».
En este panorama, Invesco se decanta por un posicionamiento defensivo, constructivo para los bonos mundiales y neutral para los del Tesoro estadounidense, con una excepcional racha de la renta variable americana que podría estar llegando a su fin, con un dólar que sigue depreciándose y con China acompañando a EE.UU. en el dominio de la inteligencia artificial.
En cuanto a los activos refugio, Invesco ha señalado que el oro sigue estando presente, junto con el franco suizo, el yen japonés y la deuda pública alemana, japonesa y suiza.
Sobre los riesgos de inversión, Fernández-Bravo ha dicho que las materias primas pueden someter al inversor a una mayor volatilidad que los valores tradicionales, como las acciones y los bonos, y pueden fluctuar significativamente en función de las condiciones climáticas, políticas, fiscales y otras evoluciones regulatorias y del mercado.
Los riesgos de invertir en valores de emisores extranjeros, incluidos los de mercados emergentes, pueden incluir fluctuaciones en las divisas, inestabilidad política y económica, y problemas tributarios extranjeros; mientras que las inversiones de renta fija están sujetas al riesgo crediticio del emisor y a los efectos de la variación de los tipos de interés, ha estimado.
Asimismo, ha destacado que la situación actual, que aún no ha sido recogida por los resultados empresariales, que han sido positivos, comenzará a apreciarse a partir de este segundo semestre del año.