El Banco Santander capta 3.250 millones en una doble emisión de deuda sénior
El Banco Santander ha captado este miércoles 3.250 millones de euros en una doble emisión de deuda sénior no preferente, que tiene como garantía solo a la propia entidad, la primera de estas características que lleva a cabo este año.
Según fuentes del mercado, se trata de una emisión de doble tramo, el primero con un vencimiento a 4 años y con opción de recompra al tercero, con el que el Santander ha colocado 1.250 millones de euros por los que pagará un cupón del 4,625 %.
Este interés es el resultado de que la deuda se haya colocado 125 puntos básicos por encima del «mid swap», la referencia para este tipo de emisiones de renta fija.
Inicialmente, el mercado barajó que los títulos de este tramo pagaran un sobrecoste de unos 150-155 puntos básicos, lo que habría supuesto pagar un cupón del 5 %, más caro que el interés que al final tendrá que pagar el Santander.
El segundo tramo de esta emisión, con el que el banco ha captado 2.000 millones, son bonos que vencen en 8 años y que ofrecen a los inversores un cupón del 4,875 %, resultado de que los títulos se hayan colocado a 170 puntos básicos sobre el «mid swap».
El precio de partida era de 200 puntos básicos por encima de esta referencia, que equivalían a una rentabilidad del 5,329 %, igualmente más cara de la que tendrá que abonar el banco.
La demanda de bonos del Banco Santander dobló la oferta
La demanda de los inversores por los bonos de la entidad presidida por Ana Botín alcanzó los 7.200 millones, con lo que más que dobló la cantidad emitida.
El propio Banco Santander coordinó la operación, que contó como colocadores o «book runners» con ING, Natixis, NatWest Markets, Nomura, Société Générale y UniCredit.
La emisión iba dirigida solamente a inversores profesionales o institucionales y su objetivo era «diversificar las fuentes de financiación» de la entidad, que aprovecha de esta forma el buen momento del mercado para cubrir parcialmente una parte de sus planes de financiación para 2024, añaden las fuentes.
Las entidades emiten este tipo de bonos para fortalecer su colchón de capital anticrisis regulatorio MREL, que evitaría en caso de quiebra que los accionistas y acreedores de las entidades sean los primeros en asumir la pérdida de su capital.