‘No es magia, son tus impuestos’
Son muchas las cesiones por parte del PSOE de Pedro Sánchez y ninguna de los separatistas catalanes para que, pese haber perdido las elecciones generales del 23J -121 diputados, frente a los 137 del PP- Sánchez pueda seguir siendo presidente del Gobierno. El precio es altísimo para todos los españoles, que pierden además del principio de igualdad, 15.000 millones de euros que se perdonan de la deuda catalana, la más alta de todo el Estado español, inflada ya no por una mala gestión, sino por gastos como embajadas, malversaciones de dinero público para actos ilegales como el 1-O, o dinero a espuertas para todas las organizaciones, asociaciones y medios afines a la causa del independentismo. Y todavía falta por ver la partida que se le adjudicará a Cataluña en los Presupuestos Generales de 2024, porque esto solo es un pacto de investidura.
‘No es magia, son tus impuestos’, en este caso el lema propagandístico de una millonaria campaña pública del Gobierno en funciones, si hace honor a la verdad
Pero ese dinero no sale del bolsillo de Sánchez, ni del PSOE, sale de las arcas del Estado, unas arcas propiedad de los contribuyentes españoles y que no están al servicio personal de un presidente caótico que se mueve en la zona roja de la ilegalidad. Como dice la empalagosa y costosa campaña propagandística de un Gobierno en funciones que desde hace semanas bombardea en los medios a los ciudadanos, «no es magia son tus impuestos» y en el caso de Sánchez y sus cesiones a partidos minoritarios que no representan el conjunto de la sociedad española, el lema si hace honor a la verdad.
Según los últimos datos disponibles del Banco de España, que cifra en 86.800 millones la deuda total de la Generalitat hasta junio, de los cuales un total de 73.110 millones corresponden al Fondo de Financiación a las Comunidades Autónomas, que se nutre de los impuestos que soportan en España empresas y hogares.
Tras el pacto PSOE-ERC, todos los españoles tienen que asumir el perdón de 15.000 millones de deuda de Cataluña, un dinero que se retrae de inversión en sanidad, educación o distintos servicios públicos
Los españoles tienen que asumir 15.000 millones de la deuda de Cataluña, que se retraen de inversiones en sanidad o educación, porque así lo decide Sánchez, perdedor de las elecciones del 23J, para alcanzar su investidura
Ese fondo aglutina el dinero solicitado por la Generalitat a los diferentes mecanismos de provisión de liquidez puestos en marcha por el Estado, entre ellos el Fondo de Liquidez Autonómico, por lo que esos 15.000 millones de deuda se restarían de los 73.110 millones adeudados hasta ahora.
Este acuerdo por el cual el Estado asume «en torno al 20 % de la deuda viva en el momento de ejecución» del mismo implicará también el ahorro de 1.300 millones en intereses, ha destacado esta tarde el presidente de ERC, Oriol Junqueras.
Otra consecuencia práctica de este acuerdo es que si actualmente un 84,2 % de la deuda catalana está en manos del Estado, al restarle esos 15.000 millones de pasivo del FLA se rebajará también ese porcentaje.
Con esos 15.000 millones menos, la deuda de la Generalitat sería de unos 71.800 millones, de los que 58.110 corresponderían al FLA, es decir, un 80,9 %, siempre según los últimos datos de deuda divulgados por Banco de España. Y es que Cataluña solo puede financiarse a través del Estado, porque en los mercados financieros está considerado como ‘bono basura’ y nadie compra su deuda, y menos aún viendo como los principales bancos o empresas catalanes han traslado su sedes a territorios más seguros de España.
El traspaso integral de Cercanías a Cataluña es magia, es algo tan simple como una burda mentira más de Sánchez
No es magia, sin embargo, sino más bien una burda mentira más, calificar de ilegal el traspaso integral de Cercanías a Cataluña, como hace poco manifestó la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, a firmar dicha media con ERC para su apoyo a la investidura de Sánchez.
Un acuerdo, además, que también tendrá un gran coste económico, porque, además de ir acompañada de una gran partida presupuestaria para mejorar la infraestructura, también implica el traspaso de la gestión de las vías por donde circulan un alto número de trenes ajenos a Cercanías, como de pasajeros o mercancias de distintos operadores ferroviaarios, sin olvidar la conexión con Francia.