El BCE, dispuesto a hacer todo lo posible para que no se descontrole la prima de riesgo
El Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a crear una herramienta para frenar la subida de las primas de riesgo en los países periféricos de la zona del euro.
El BCE decidió este miércoles también en una reunión de urgencia reinvertir con flexibilidad los bonos adquiridos en la pandemia que vayan venciendo con el fin de parar en breve la escalada de las primas de riesgo de los periféricos.
Esto significa que reinvertirá más bonos de un país cuando su prima de riesgo se dispare en el mercado.
El BCE adelantará las reinversiones de los bonos que vencen en los próximos 12 meses para comprar bonos de forma flexible a corto plazo y reducir los diferenciales de rendimiento.
UNA HERRAMIENTA PERMANENTE PARA FRENAR LAS PRIMAS DE RIESGO
Al mantenerse en el mercado presiona a la baja los tipos de interés, pero puede que las reinversiones no sean suficientes para impedir que suban los tipos de interés en algunos países más que en otros por su carácter limitado en el tiempo .
Por ello, además, el BCE ha ordenado a los comités relevantes de los bancos centrales nacionales y a los servicios del BCE acelerar la terminación del diseño de «un nuevo instrumento antifragmentación que sea considerado por el Consejo de Gobierno», según informó en un comunicado tras la reunión.
El Consejo de Gobierno decidió la semana pasada subir los tipos de interés en su reunión de julio y hoy aprobó estas medidas en una reunión de urgencia para analizar las condiciones actuales del mercado.
El peligro de fragmentación, que suban los tipos de interés en algunos países más que en otros, surgirá de nuevo siempre en momentos de crisis, por ello son fundamentales cambios permanentes en la estructura institucional de la zona del euro.
La prima de riesgo de Italia, España y otros países periféricos, que mide el diferencial entre el bono alemán a diez años y los de esos países, se han disparado y situado en niveles de mayo del 2020.
Las primas de riesgo se disparan por aspectos relacionados con la liquidez del mercado, por la especulación o porque la incertidumbre es tan elevada que es difícil calcular el riesgo.
Los diferenciales de la deuda soberana de los periféricos con la alemana se sitúan en máximos desde abril de 2020, tras el estallido de la pandemia, y por ello aumenta la preocupación por la estabilidad financiera y la sostenibilidad de la deuda de los países más endeudados de la región.
La zona del euro, por sus carencias estructurales, permite que los mercados apuesten por la posibilidad de que un país salga del grupo como ocurrió en 2010 con la crisis de endeudamiento soberano, que disparó el coste al que tuvieron que financiarse los periféricos.
Anteriormente, antes de la creación del euro, las primas de riesgo de la deuda soberana de Italia, España y Portugal respecto a la de Alemania se habían desplomado.
El diferencial de los bonos soberanos a diez años cayó de 500 puntos básicos a mediados de los años 90 del siglo pasado hasta unos 25 puntos básicos justo antes de la introducción del euro, según cifras que proporcionó la miembro del comité ejecutivo del BCE Isabel Schnabel el lunes en un discurso en París.
Los tipos de interés de los bonos soberanos de los países sirven de referencia para las tasas de otros préstamos a empresas e hipotecarios, por ello crean grandes diferencias en las condiciones de financiación de los países de la zona del euro.
«Desde que se inició el proceso gradual de normalización de la política monetaria en diciembre de 2021, el Consejo de Gobierno se ha comprometido a actuar contra los riesgos de fragmentación que resurgen», dijo el BCE en el comunicado tras la reunión de urgencia.
El BCE destaca que la pandemia ha dejado problemas en la economía de la zona del euro, que contribuyen a una transmisión desigual de la normalización de su política monetaria en todos los países.
Los países tuvieron que endeudarse mucho de nuevo para afrontar la crisis económica que generó la pandemia de coronavirus.
EL BCE SUBE LOS TIPOS DE INTERÉS
El BCE, que subirá el 21 de julio sus tipos de interés en un cuarto de punto para frenar la inflación, se ha reunido con carácter de urgencia horas antes de conocerse las decisiones de la Reserva Federal (Fed).
Se prevé que la Fed suba el precio del dinero en medio punto pero algunos inversores han apostado esta semana porque lo incremente en tres cuartos de punto, lo que ha presionado más a la baja al euro y al alza las primas de riesgo.
El presidente del banco central de Holanda, Klaas Knot, dijo en un artículo publicado en el diario francés «Le Monde» que si se mantiene el actual entorno inflacionista, el BCE tendría que subir los tipos por encima de un cuarto de punto en julio.
Knot se mostró partidario de una subida mucho más agresiva en la reunión de septiembre, del 0,75 %.
La inflación llegó en mayo al 8,1 % en los países del euro por el encarecimiento de la energía y los alimentos. Pero hay grandes diferencias desde el 20 % en Estonia, hasta menos del 6 % en Malta y Francia.