Las reces sociales en Camboya decidirán las próximas elecciones generales

Las reces sociales en Camboya decidirán las próximas elecciones generales

20 febrero, 2016
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Actualizado: 20 febrero, 2016 0:00
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Ricardo Pérez-Solero

Phnom Penh, 20 feb.- Detrás de las publicaciones en Facebook del primer ministro de Camboya, Hun Sen, en las que lo mismo aparece en bata que saludando a un líder extranjero, se esconde una encarnizada lucha por conquistar una red social que amenaza con poner fin a sus treinta años de mandato.

Como siempre ha hecho a lo largo de su carrera política, Hun Sen, un comandante que desertó del régimen del Jemer Rojo, ha sabido adaptarse a los cambios que han traído los teléfonos inteligentes al país asiático.

A principios de febrero, el mandatario anunció en su perfil en las redes sociales que había superado en número de «me gusta» al líder de la oposición, Sam Rainsy, al alcanzar más de dos millones cien mil seguidores.

«Uso Facebook para beneficiar a la sociedad, conocer la situación de bienestar de los ciudadanos y darles la oportunidad de estar más cerca de mi. (…) No lo utilizo para competir con nadie», aseguró Hun Sen el mismo día que superó a su rival en aceptaciones.

Sin embargo, en un principio las nuevas tecnologías desbancaron a los políticos del gobernante Partido del Pueblo de Camboya (PPC), más acostumbrados a gobernar con los medios tradicionales y desconectados de los intereses de la juventud.

Las elecciones de julio de 2013, que el PPC ganó de forma ajustada, pusieron de relieve la importancia de las redes sociales.

Aprovechó las nuevas tecnologías para ganar terreno durante la campaña y para las manifestaciones que organizaron después de los comicios para denunciar fraude, aunque no lograsen cambiar el dictamen de la comisión electoral.

«Los medios estatales no cubrieron las elecciones, y la gente tenía que informarse a través de Facebook», indicó a Efe el consultor de derechos humanos Billy Chia-Lung Tai.

Un año después de las generales, el Gobierno y la oposición llegaron a un acuerdo y cesaron las protestas, pero la carrera digital había comenzado, primero en las ciudades y luego, de forma rápida, en las zonas rurales.

Según un informe de la ONG local Open Institute y Asia Foundation, el número de camboyanos con teléfonos inteligentes ha crecido del 22 por ciento a casi el 40 por ciento entre 2013 y 2015.

Javier Solá, coautor del citado estudio y quien ha vivido 13 años en Camboya, opinó que cerca de la mitad de la población se conectará a Facebook a través de su teléfono para finales de 2016, y que la red social superará a la televisión como la fuente de información más utilizada del país.

«(Facebook) va dirigido a un segmento de la población que va a decidir las elecciones, es muy importante porque los votantes de la televisión seguramente son fijos, y es el votante joven el que tiene la posibilidad de crear un cambio de Gobierno o por lo menos de que la oposición sea la más votada», estimó Solá.

El cooperante añadió que cada vez son más los jóvenes con derecho a voto que no conocieron la época de la guerra civil de la que habla Hun Sen y que asusta a los mayores, y eso se notará aún más en las próximas elecciones.

Según estimaciones de Naciones Unidas, dos tercios de la población están por debajo de los 30 años, lo que convierte a Camboya en uno de los países más jóvenes de Asia.

El bloguero político camboyano Ritthy Ou admitió que la comunicación política en la red social será determinante en los comicios de 2018, pero opinó que hacen falta también «reformas reales, políticas serias y una implementación transparente que beneficie de verdad a las masas y no a unos pocos magnates».

La lucha por conquistar las redes sociales está en marcha: siete personas han sido detenidas desde agosto y ha aumentado la represión en Facebook, según denunció este mes la ONG Centro Camboyano por los Derechos Humanos. EFE

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