50 empresas europeas, entre ellas Iberdrola, Ikea o Uber, piden el veto a los coches de combustión en 2035
En torno a cincuenta compañías, como la energética española Iberdrola, la plataforma de movilidad Uber, la naviera Maersk y el fabricante de coches Volvo Cars, han pedido a la Unión Europea que mantenga su objetivo de ventas de vehículos 100 % cero emisiones en 2035.
En su llamamiento, estas empresas, vinculadas al ecosistema automotriz, energético y del transporte y entre las que también se encuentran Ikea, Astara, Electra, Basquevolt, Ayvens o Zunder, instan a Bruselas a no reabrir las normas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para coches y furgonetas recientemente adoptadas.
Estas empresas, entre las que se encuentra Iberdrola, actúan bajo el paraguas de ‘Industry for 2035’
Bajo el lema ‘Industry for 2035’ (Industria para 2035), aseguran estar «firmemente comprometidas» con las aspiraciones de neutralidad climática de la Unión Europea para 2050 y con la reducción del 55 % de las emisiones para 2030.
«Muchos de nosotros hemos invertido de manera masiva para hacer de este compromiso climático un hecho», sostienen en su comunicación, en la que insisten en que las normas «proporcionan una dirección clara que permite a las empresas centrarse en llevar a cabo la transformación necesaria».
Como firmas «que invierten» en esta transición, todas ellas tienen claro que el objetivo de 2035 «es tanto factible como necesario», motivo por el que apelan a mantener las metas fijadas.
Mientras estas empresas piden el fin de los coches de combustión, la venta de los vehículos eléctricos está de capa caída en la Unión Europea, debido fundamentalmente a sus altos precios y a su escasa autonomía, sin olvidar que países como España carecen en una infraestructura adecuada de puntos de recarga eléctrica de este tipo de vehículos.