El consejero delegado de ACS, Juan Santamaría, ha asegurado este jueves que la idea de la compañía es la de empezar a levantar centros de datos sobre el suelo que ya está desarrollado y que tiene una capacidad potencial de 1,3 gigavatios (GW).
Durante una mesa redonda en el ‘Spain Investors Day‘, Santamaría ha comentado que el Grupo ACS tiene «una vocación» de transitar de la empresa tradicional de infraestructuras que es a la de una empresa de infraestructuras digitales.
En ese sentido, el director general de la compañía ha subrayado que en los últimos años han construido centros de datos para casi 6 GW por todo el mundo con inversiones por unos 20.000 millones de euros, aunque ha matizado que también quieren ser líderes en los servicios que acompañan a estas fuentes de energía.
Con toda esa capacidad desarrollada, ahora lo que quiere ACS es ser promotor en España, aunque con la misión de que esa comercialización no provoque «una burbuja».
El reto global de conocer la dirección correcta
Para Santamaría, el gran reto de las infraestructuras del futuro es saber «cuál es la división correcta en el tiempo adecuado», pues muchos países, ha dicho, están tratando de contestar a las «muchas preguntas» que nacen respecto a cuál es la infraestructura adecuada en la que invertir y por eso hay que saber «hacia qué dirección» ir.
«¿Cuál es la infraestructura adecuada en hidrógeno que se necesita para situar a España? ¿Cuántos son los megas o los gigas necesarios? ¿Lo normal para el almacenaje para datos o lo que buscamos para entrenamiento de IA (Inteligencia Artificial)? Hay muchas preguntas difíciles», ha comentado.
Así, ha recalcado que no es lo mismo que un país quiera ser usuario, satélite de otros países o líder, «pero el que llegue tarde a responder esas preguntas, no va a llegar si quiere ser promotor» y liderar esas nuevas infraestructuras digitales.
Dos palabras clave que van a guiar los próximos veinte años son IA y energía, según el director general de ACS
Santamaría ha recalcado que las dos palabras clave que van a guiar los próximos veinte años son IA y energía, pero la infraestructura las acompañará y España tiene «una oportunidad enorme» en ese sentido, también en la digital, que representa el 24 % del PIB y da trabajo 1.700.000 personas.
«Hay una carrera por capturar todo lo que tiene que ver con infraestructura digital y partimos punto de vista fantástico, con fibra óptica del 84 %, una línea de transmisión potente y buenas condiciones de energía renovable», ha concluido.
Por su parte, el presidente de ALSA, Jorge Cosmen, ha resaltado que el gran reto que ve es el de la digitalización «y cómo la tecnología va pegada», pues debe haber «un tándem entre administraciones y operadores» para conseguir, por ejemplo, que el ciudadano sea capaz de pasar del transporte privado al público.
Asimismo, el secretario de Estado para el Transporte y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, ha insistido en que otro de los grandes desafíos a medio plazo es el de asociar las infraestructuras a un modelo avanzado y digital de la movilidad.