Autocontrol ve un ‘engaño’ la campaña de cambio de caldera de Iberdrola denunciada por Repsol
Autocontrol, el organismo independiente de autorregulación publicitaria, considera «engañosa» una campaña de Iberdrola, presidida por Ignacio Sánchez Galán, en radio y televisión en la que animaba a los clientes a cambiar las calderas de gas por combustibles renovables, tras una denuncia presentada por Repsol. Una caldera para agua caliente y calefacción de gas cuesta entre 1.500 y 3.000 euros para viviendas de unos 150 metros cuadrados, mientras que una de aerotermia, instalación incluida, supera fácilmente los 12.000 euros y puede alcanzar los 25.000 con suelo radiante.
El dictamen de Autocontrol al que ha tenido acceso EFE expone que a mediados de marzo Repsol presentó una reclamación contra un anuncio de Iberdrola en el que aseguraba de que el Consejo Europeo obligará a España a la eliminación gradual de las calderas de gas y gasoil.
Según Autocontrol, Iberdrola, presidida por Ignacio Sánchez Galán, engañó con una campaña para el cambio de calderas de gas a gasoil a la carísima aerotermia, hecho denunciado por Repsol
Iberdrola facilitaba el cambio por calderas de aerotermia, sin embargo, Repsol denunció esta campaña ante Autocontrol al considerar que con el anuncio de la eléctrica los usuarios podrían pensar que el cambio era obligatorio para todas las calderas.
La directiva europea, recordaba Repsol, hace referencia a las calderas que funcionan con «combustibles fósiles», por lo que todas las calderas que usen renovables, como biogás o biometano, podrán seguir funcionando.
Repsol cree que la justificación de Iberdrola de que el término caldera de combustibles fósiles era «demasiado técnico para el consumidor» y por eso prefirió utilizar uno «más comprensible» o «más coloquial» como «caldera de gas» supone una omisión de información mínima y esencial para la toma de decisiones por parte del consumidor ahondando en el carácter engañoso y desleal de la publicidad.
Aspectos que valida Autocontrol que, además, subraya que la directiva europea se refiere a la prohibición de comercializar determinado tipo de calderas nuevas, no en la prohibición de usar las ya existentes con otro tipo de combustibles.
La denuncia de Repsol llega después de que Iberdrola presentara una demanda contra Repsol por «ecopostureo», o «greenwashing» en su expresión anglosajona, en un juzgado de Santander. Autocontrol, sin embargo, ha dado la razón a la petrolera frente a la eléctrica.