El sindicato CSIF ha anunciado movilizaciones en Talgo porque entienden que los retrasos en el proceso de venta, cuyo preacuerdo se firmó el 14 de febrero, ponen el peligro la estabilidad de la compañía. Desde que el Gobierno intervino vetando la opa de Magyar Vagon a 5 euros la acción y por el 100% del capital, el fabricante de trenes ha ido de mal en peor. Multa de Renfe de 116 millones de euros y una ‘intervención pública’ de la compañía por parte del Gobierno vasco apoyada por el Ejecutivo de Sánchez con el escaparate industrial de Sidenor que no tienen casi dinero para comprar más allá del 29,70% del fondo Trilantic y muchos menos para asumir la multa de 116 millones de Renfe, aunque Puente, el ministro de Transporte ofrezca facilidades.
Según han explicado en una nota, delegados de este sindicato se concentrarán el próximo 3 de junio frente al Ministerio de Transportes para pedir al Gobierno una solución «inmediata» que garantice el futuro y la estabilidad de Talgo y de sus trabajadores.
Talgo ve su futuro comprometido por la demora en la compra del 29,70% del Gobierno vasco y el ‘socio industrial’ Sidenor a Trilantic
La demora en la venta está generando graves perjuicios, tanto para el correcto funcionamiento de Talgo como para sus empleados, denuncia el sindicato.
Recuerda que la plantilla se ha visto perjudicada por la multa impuesta por Renfe al fabricante, de 116 millones de euros, por el retraso en la entrega de los trenes Avril, lo que supuso una pérdida para los trabajadores de unos 10 millones de euros en salario variable.
Los retrasos en la materialización de la compraventa (firmada el pasado 14 de febrero, por la que el consorcio liderado por Sidenor se hará con el 29,77 % de Talgo) se deben, dice CSIF, a problemas financieros (además de la multa de Renfe, la deuda del grupo), a dificultades para completar la financiación, a trámites regulatorios pendientes y a la «falta de claridad» sobre el plan industrial presentado.