Enel, dueña de Endesa, concentra casi la mitad de sus inversiones en Italia y deja el 23% para España y Portugal

La empresa pública italiana Enel, dueña de Endesa, a segunda eléctrica española tras Iberdrola, invertirá 37.000 millones de euros en el periodo 2023-2025, un 17 % menos que en su previsión para el trienio 2022-2024, y concentrará sus inversiones en Italia, con el 48 % del total, mientras que para Iberia (España y Portugal, donde opera a través de Endesa), invertirá 8.600 millones de euros, solo el 23 % del total pese a que entre los dos países suman prácticamente los mismos habitantes que Italia.

El grupo energético público italiano ha presentado este martes al mercado su plan estratégico 2023-2025, en el que España y Portugal suponen el 23% de toda la inversión, que crece en el área geográfica de Iberia un 14,6 % respecto a la prevista para el periodo 2022-2024.

Enel destinará a Latinoamérica, donde ha anunciado que en 2023, es decir al año que viene, saldrá de Argentina y Perú, 5.600 millones de euros en el trienio, lo que supone el 15 % de toda la inversión del grupo.

El grupo italiano, accionista mayoritario de la española Endesa, a la que en 2014 le adquirió sus activos históricos en Latinoamérica, seguirá manteniéndose en Chile, Colombia y Brasil.

En España, las mayores inversiones se concentrarán en renovables (4.300 millones) y en redes (2.600 millones), y el ebitda se prevé que pase de 5.300 millones que se estiman para 2022, a 5.400 millones en 2025.

Por su parte, en Latinoamérica, la previsión es que pase de 5.600 millones que se esperan para este 2022 a 4.300 millones en 2025, es decir, decrecerá un 23 % .

El grupo energético italiano ha comunicado este martes al mercado la actualización de su plan estratégico, en el que prevé que en los próximos tres años aumentará entre un 36 % y un 40 % su beneficio neto, desde los entre 5.000 y 5.300 millones que se estiman para este 2022, hasta los entre 7.000 y 7.200 millones para 2025, con un ritmo de crecimiento anual de entre el 10 y el 13 %.

Asimismo, Enel estima que su resultado bruto operativo (ebitda) ascienda a entre 22.200 y 22.800 millones de euros en 2025, un 16 % más que el estimado para el año en curso, que es de entre 19.000 y 19.600 millones de euros, con una tasa de crecimiento anual de entre el 4 % y el 6 %.

Enel también prevé mantener un dividendo de un mínimo de 0,43 euros por acción para en el periodo 2023-2025, un 7,5 % más que el de 2022, de 0,40 euros.

Del total de las inversiones de Enel, un 50 % serán para generación y un 40 % para redes.

Aproximadamente, 22.000 millones serán para su estrategia comercial integrada, en la que se incluye la generación, y 15.000 millones para redes.

PROGRAMA DE DESINVERSIONES Y REDUCCIÓN DE LA DEUDA

Enel ha anunciado también un programa general de desinversión con el objetivo de racionalizar la estructura del grupo.

El grupo italiano saldrá de Perú y Argentina, en Latinoamérica, y de Rumanía en Europa, después de que en este 2022 vendió todos sus activos de generación de electricidad en Rusia, con lo que ahora concentrará sus actividades en Italia y España.

También intentará aprovechar el contexto del mercado para cristalizar el valor de la cartera de gas que Endesa tiene en España y vender los activos en Ceará (Brasil) para enfocar sus redes de distribución a grandes ciudades, Río de Janeiro y Sao Paulo.

De cara a 2024, Enel también prevé cristalizar el valor de activos en Estados Unidos y de Enel X Way, aunque, según ha explicado el consejero delegado, Francesco Starace, en este caso la decisión podría cambiar, pues lo que se pretende es trasladar al mercado el valor de lo que se ha creado en ese país.

Según ha explicado el director de Finanzas de Enel, Alberto Paoli, las desinversiones tendrán un efecto rápido en la reducción de la deuda de la compañía.

Enel espera que la nueva estructura tenga una contribución a la reducción de la deuda neta de unos 21.000 millones de euros, alcanzando su punto máximo en 2023, cuando se espera que la disminución supere los 12.000 millones de euros.

La deuda neta del grupo se reducirá a un rango de 51.000-52.000 millones de euros para finales de 2023, desde los 58.000-62.000 millones con que el grupo estima que finalizará 2022.

Asimismo, Enel estima que esas desinversiones tendrán un impacto positivo en el ebitda ordinario de aproximadamente 2.800 millones de euros y de 900 millones en el beneficio neto del grupo en 2024.