La empresa de reparto a domicilio Glovo ha anunciado este martes que ha ejecutado el cambio de modelo laboral que avanzó en diciembre y ha contratado a 14.000 repartidores que hasta ahora eran autónomos.
Desde hoy, colaborar como repartidor autónomo con Glovo «ya no es una opción», han señalado a EFE fuentes de la compañía, que decidió modificar su estratégica después de que un juez de Barcelona abriera una investigación para determinar si estaba vulnerando los derechos de los trabajadores.
Glovo, propiedad del grupo alemán Delivery Hero, comenzó a enviar a principios de junio propuestas para formalizar la contratación a más de 34.000 repartidores en España, de los cuales algo menos de la mitad han aceptado por ahora la oferta.
Aquellos que lo han hecho, continúan operando de la «forma habitual» en las más de 900 ciudades en las que ya estaban repartiendo, detalla la compañía.
Para aquellas ciudades en las que el número de repartidores con vínculo laboral directo no sea suficiente, Glovo prevé trabajar con flotas de otras empresas subcontratadas, un modelo habitual en otras plataformas de reparto y que la compañía ya ha estado poniendo a prueba en los últimos meses.
La empresa, fundada en Barcelona en 2015, asegura que velará por que los «riders» que trabajen para esas flotas estén vinculados a ellas a través de un contrato.
Cuando avanzó su intención de modificar su modelo, Glovo recalcó que la nueva manera de operar no afectará a la disponibilidad de los repartidores, que harán entregas «en cualquier momento del día».
Unos 20.000 «riders» activos de Glovo
Desde el sindicato UGT apuntan a que en Glovo había hasta ahora unos 20.000 «riders» activos» y sostienen que en las próximas semanas se ampliará previsiblemente el número de contratos formalizados.
Las 34.000 ofertas se corresponden al número de cuentas que han canalizado pedidos en los últimos años, pero dentro de esa cifra hay personas que ya habían abandonado la actividad, señala a EFE Fernando García, repartidor y miembro del sindicato.
Entre las cuentas que estaban en funcionamiento, la casuística también es variada: «Había gente que hacía cien horas a la semana y gente que hacía cero. Había cuentas compartidas entre tres y cuentas de una sola persona», sostiene.
El representante sindical se muestra asimismo contrario al modelo de flotas subcontratadas, aunque asegura que Glovo está en proceso de «reabsorber» a repartidores que hasta ahora trabajaban en compañías externas.
A algunos «riders» de esas flotas, la compañía les ha ofrecido un contrato que conserva su antigüedad, sostiene García.
«No queremos subcontratas», afirma el repartidor, que sin embargo señala que la empresa les ha trasladado que son una herramienta «provisional, durante el proceso de transformación, para tener algo de margen y que no haya caídas en el servicio».