Indra pierde 641 millones por extraordinarios
La compañía tecnológica Indra perdió 641 millones de euros en 2015, frente a los 92 millones del ejercicio anterior, por el impacto de efectos extraordinarios como provisiones por deterioro y ajuste de plantilla, aunque en el cuarto trimestre experimentó una mejora en sus cifras.
Según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Indra sumó efectos no recurrentes por valor de 718 millones, principalmente relacionados con provisiones, deterioros y sobrecostes de proyectos (371 millones) y provisiones por el plan de ajuste de plantilla (160 millones).
Del total de efectos extraordinarios, 321 millones correspondieron a Brasil, debido a un «reducido» número de proyectos problemáticos y a un contexto de empeoramiento económico en el país.
Estos efectos no recurrentes reflejan, para la compañía, el impacto de las «cambiantes» condiciones del mercado y la aplicación de «hipótesis más ajustadas» a la evolución previsible de los proyectos.
Esta nueva visión ha supuesto también un deterioro del fondo de comercio por valor de 104 millones de euros, principalmente relacionados con el mercado brasileño.
Pese a estas provisiones, la compañía ha destacado que en el último trimestre del año su situación ha comenzado a mejorar, al lograr un margen ebit del 6 % y una generación de flujo de caja de 137 millones.
El pasado año, la facturación de Indra cayó un 3 %, hasta 2.850 millones. El grupo ha subrayado que, una vez excluido el efecto estacional de las elecciones, la cifra de negocios se mantendría en niveles similares a los de 2014.
Por divisiones, defensa y seguridad incrementó en un 7 % sus ventas, hasta 542 millones, gracias a los negocios de simulación, logística, radar y defensa electrónica, junto a la recuperación de España.
Mientras tanto, transporte y tráfico mejoró un 2 %, hasta 633 millones, impulsada por los negocios de soluciones propias, y servicios financieros, un 2 %, hasta 497 millones.
En cambio, energía e industria redujo un 8 % sus ingresos, hasta 437 millones, impactado por retrasos en proyectos asociados al precio del petróleo.
Telecomunicaciones y media bajó un 15 % la facturación, hasta 273 millones, y administraciones públicas y sanidad, un 12 %, hasta 468 millones.
La cartera de pedidos cerró el ejercicio en 3.193 millones, lo que supone un 8 % menos que un año antes, tras aplicarse una política más selectiva de contratación.
La puesta en marca de los planes de reestructuración de la compañía en España y Latinoamérica ha reducido la plantilla en un 5 % a lo largo del año, hasta cerrar en 37.060 trabajadores.
Al cierre de 2015, la deuda neta del grupo se situaba en 700 millones de euros, por debajo de los 837 millones que contabilizaba tres meses antes.