La opa sobre Talgo, en manos de la Junta de Inversiones Exteriores
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha recordado hoy, durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso, a preguntas de varios diputados, que la opa del consorcio húngaro Ganz-Mavag sobre Talgo no podrá autorizarse o rechazarse hasta que cuente con el visto bueno de la Junta de Inversiones Exteriores.
Como primer paso, el supervisor debe decidir si admite a trámite la petición de autorización solicitada por el grupo húngaro Magyar Vagon el pasado 4 de abril ante la Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV) la opa anunciada sobre el 100 % del capital del constructor ferroviario español Talgo.
Opa por el 100%
Según la comunicación remitida al supervisor bursátil, la opa se dirige al 100 % del capital de Talgo por un importe total de 619,3 millones de euros, a un precio de 5 euros por acción, en los mismos términos que ya anunció el grupo húngaro el pasado 7 de marzo.
En principio, el Gobierno no ve con buenos ojos esta operación porque entiende que Talgo es un operador estratégico y juega un papel fundamental en el transporte ferroviario.
La documentación presentada explica que el pasado 22 de marzo el grupo húngaro solicitó al Gobierno la autorización del Consejo de Ministros a esta entrada de capital extranjero, aunque el Ejecutivo todavía no se ha pronunciado. El Ministerio de Economía no ha hecho comentarios.
Además de con el Gobierno, los aspirantes están en conversaciones con los sindicatos, en medio de informaciones que apuntan que otras compañías también podrían tener interés en el fabricante de trenes español.
La opa, respaldada por los principales accionistas de Talgo, pero con el Gobierno en contra
La operación ha sido respaldada por los principales accionistas de Talgo: Pegaso Transportation International, con un 40,03 % del capital, un conglomerado en el que están el fondo de origen británico Trilantic -fundado por dos exejecutivos de Lehman Brothers- la familia Oriol (descendientes de los fundadores), y Torreal, la sociedad de Juan Abelló.