La semana laboral de cuatro días es un ‘debate para ganar elecciones’, según Garamendi
Los presidentes de las patronales española CEOE, Antonio Garamendi (2i), de la pequeña y mediana empresa nacional (CEPYME), Gerardo Cuerva (d), el de la murciana CROEM, José María Albarracín (2d), y el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA, Lorenzo Amor (i), posan antes de la rueda de prensa que ha ofrecido este viernes con motivo de la cuadragésima cuarta asamblea general de la Confederación Regional de Empresarios de Murcia (CROEM) en Murcia. EFE/Marcial Guillén

La semana laboral de cuatro días es un ‘debate para ganar elecciones’, según Garamendi

Garamendi ha recalcado que trasladar la subida del IPC a los salarios conllevará un efecto "de segunda ronda", con "más paro y más quiebra"
27 mayo, 2022
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Actualizado: 27 mayo, 2022 14:10
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El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado este viernes sobre la jornada semanal de cuatro días laborables, ha afirmado que es un «debate para ganar elecciones», y ha apuntado que no se puede aplicar en el contexto actual, en el que la economía española está «saliendo de un agujero negro».

Sin embargo, Garamendi sí se ha mostrado predispuesto a abordarlo en la negociación con la administración y las organizaciones sindicales, con el fin de analizar su posible viabilidad en algunos sectores o en determinadas empresas.

Garamendi también ha apostado este viernes, ante la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de reducir la compra de deuda a los países de la UE y una posible subida de los tipos de interés, por la «ortodoxia presupuestaria» por parte del Gobierno central.

En declaraciones a los medios antes de participar en la 44ª Asamblea General de la patronal de la Región de Murcia (Croem), Garamendi ha explicado que el BCE ya ha avisado de que recortará antes del verano un 50 % la compra de deuda española con el objetivo de emprender una posterior subida de los tipos de interés.

El presidente de la CEOE ha indicado que el «rigor económico» y la «ortodoxia presupuestaria» es «fundamental» para dar confianza a los inversores extranjeros, que son los que «compran la otra mitad de la deuda. El país funciona porque la gente confía en nosotros», ha agregado.

Además, ha defendido la postura empresarial de rechazar en la mesa del Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) la vinculación del IPC a los salarios en un contexto de alta inflación que, según ha previsto, tiende a la baja y se situará en diciembre de este año en «otros niveles» a los actuales.

Garamendi ha recalcado que trasladar la subida del IPC a los salarios conllevará un efecto «de segunda ronda», con «más paro y más quiebra». Por ello, ha abogado por «dejar pasar un tiempo» en la negociación, aunque ha matizado que los convenios sectoriales se siguen firmando.

Por su parte, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha apuntado que, con el tejido económico español «reactivado, pero no recuperado», el Gobierno debe abandonar su apuesta por aumentar la «presión fiscal».

Mientras, el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha declarado que este colectivo está «un poco más pobre» que en 2021 porque, a pesar de incrementar su facturación, han aumentado todavía más los costes, por lo que ha pedido destinar una parte de la mayor recaudación de las administraciones a «ayudar» a los profesionales por cuenta propia. 

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