Los fabricantes de automóviles advierten al Gobierno: El Perte no es suficiente, hay que bajar impuestos

 Los fabricantes de automóviles consideran positivo el Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) del vehículo eléctrico y conectado (VEC), aunque insuficiente, ya que faltan medidas fiscales para abaratar el precio de los coches y más infraestructura de recarga.

En la segunda jornada del foro «Wake Up Spain», el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Stellantis Iberia, José Antonio León, ha dicho este martes que el Perte es una herramienta que van a intentar aprovechar para sus fábricas de Vigo, Zaragoza y Madrid.

Ha señalado que el Perte es un factor que puede ayudar a futuros proyectos industriales, aunque tiene aspectos que introducen complejidad, como el plazo hasta el 30 de junio de 2025 para la ejecución de las actuaciones o el alto porcentaje de pymes que hay que introducir, lo cual complica la gestión.

No obstante, considera que el Perte es insuficiente y se necesitan más medidas, como una fiscalidad que prime el uso del vehículo eléctrico o que haya un mayor número de puntos de recarga.

Ha recordado que en el mes de febrero no llegó a un 4 % el porcentaje de vehículos eléctricos vendidos en España y no es porque no haya oferta, pues la mismas Stellantis tiene ocho marcas de este tipo de vehículos en España y 40 modelos electrificados.

En su opinión, las ventas se ven dificultadas porque España está «a la cola de Europa» en puntos de recarga y por el mayor precio del vehículo eléctrico.

León, que ha dicho que en el caso de Stellantis el precio de un vehículo eléctrico es un 50 % mayor que los de combustión que fabrican, ha indicado que para combatir el efecto tarifa el Plan Moves III para la compra de vehículos eléctricos no es suficiente.

A su juicio, en la movilidad sostenible «se ha empezado la casa por el tejado», implantando objetivos y normativas muy exigentes para los fabricantes sin haber preparado el ecosistema con más recarga eléctrica.

«Los fabricantes hemos pagado ser los primeros», ha dicho, al tiempo que ha advertido del riesgo de que se produzca una «fractura social» al limitar el acceso a las ciudades a los coches no eléctricos, cuando no todo el mundo puede comprarse uno.

El director general de Kia España, Eduardo Dívar, ha coincidido en que el Perte «es insuficiente», pues no sólo hay que dotar a las fábricas para que hagan más vehículos eléctricos, sino también invertir mucho en infraestructura de recarga para que la gente pierda el miedo a comprarlos.

En cuanto al Moves III, lo ve como un primer paso para estimular las ventas, pero también insuficiente, por lo que ve difícil que se cumpla el objetivo gubernamental de que en 2030 haya 5 millones de vehículos eléctricos en España sin incentivos fiscales a la compra y sin infraestructuras de recarga ultrarrápida.

De los híbridos enchufables ha destacado que sus ventas se están retrayendo, están por debajo de lo previsto a principios de año, por los problemas de suministro de microchips.

Para Dívar la Administración tiene que actuar y se deben unificar criterios sobre las ventajas del vehículo eléctrico, ya que mientras en Madrid pueden aparcar gratis en otras grandes ciudades no.

También ha dicho que, frente a alguna petición del Ministerio para la Transición Ecológica para que bajen los precios de los eléctricos, la Administración puede ayudar bajándoles el IVA del 21 % que tienen.

Respecto a la recarga, ha señalado que hace falta que haya puntos de carga ultrarrápida (de 150 o 350 kilovatios) cada 100 ó 200 kilómetros en las autovías y en las carreteras, que permitan recargar en 15 minutos.

Kia, ha recordado, va a contribuir con una red de recarga ultrarrápida en sus concesionarios a 150 kilovatios que estará lista para finales de año.

En materia de seguridad, tanto León como Dívar han insistido que lo importante es renovar el parque automovilístico español, de 13,5 años de antigüedad y que es el segundo más antiguo tras el de Grecia, para lo que han reclamado incentivos y planes que incluyan a los coches nuevos de combustión, que son menos contaminantes.