Sánchez justifica la entrada del Estado en Telefónica por ‘razones de ciberseguridad’

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendió este miércoles la participación del Estado en Telefónica para reforzar la ciberseguridad y apostó por fortalecer Indra y la industria de defensa en España.

Sánchez se refirió a ambos asuntos en una entrevista en Bloomberg con motivo de su participación en el Foro Económico Mundial de Davos.

Respecto a la decisión de adquirir hasta un 10 % del capital de Telefónica mediante la Sociedad de Participaciones Industriales (SEPI), el jefe del Ejecutivo español la justificó por razones de ciberseguridad.

Esa decisión aseguró que no ha afectado la relación con Arabia Saudí después de que la empresa de telecomunicaciones de este país STC Group anunciara que había adquirido una participación del 9,9 % de la operadora por 2.100 millones de euros.

Respecto a la entrada de STC en Telefónica, Pedro Sánchez señala que «tenemos relaciones extraordinarias con las autoridades saudíes»

«Tenemos relaciones extraordinarias con las autoridades saudíes y esperamos fortalecer esa cooperación», afirmó.

Al pedirle sus expectativas respecto a otra empresa española como Indra, de la que el Estado tiene la propiedad de un 28 %, explicó que se quiere reestructurar y transformar la industria de defensa en España.

En esa línea, consideró que se puede fortalecer y España puede beneficiarse mucho y aprovechar sus activos en esta nueva industria de defensa que se está impulsando en la Unión Europea.

Para ello abogó por alinear todos los objetivos para tener una mejor participación en los proyectos de la industria de defensa. 

Igualmente, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pretende transmitir a las multinacionales extranjeras y a las empresas del IBEX 35 presentes en el Foro de Davos el mensaje de que su Ejecutivo trabaja por la estabilidad, la confianza y la consolidación de las reformas impulsadas en los últimos años, aunque la queja generalizada de empresas y bancos españoles es ya no solo por los continuos cambios regulatorios que sufren o los impuestos a la carta para algunos sectores o las subidas unilaterales de partidas como el SMI o la reducción de jornada, sino también por la inestabilidad política del Gobierno español, que se ha convertido en un títere del prófugo Puigdemont.