Cuerpo se agarra a la falta de rentabilidad de los depósitos para decir ‘no’ a la fusión de BBVA y Sabadell
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha considerado este martes como nuevo argumento en contra de la fusión entre el BBVA y el Sabadell que la excesiva concentración en el sistema financiero puede dificultar que se traslade la política monetaria, como en su opinión ha sucedido cuando los bancos no subieron la remuneración a los depósitos, algo que sucedió sin estar fusionados los dos bancos, y que volverá a suceder, porque no es un problema de concentración, sino de exceso de liquidez en la banca que no necesita pagar por depósitos para obtener dinero.
Un nuevo argumento, expuesto por el titular en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, para defender una vez más que el Gobierno se opone a la fusión del BBVA y el Sabadell, si prospera la opa lanzada por el banco vasco sobre la entidad catalana.
Además, Cuerpo ha desvelado que tuvieron una llamada del presidente del BBVA, Carlos Torres, en la que le anunciaba la operación, pero dejó claro que esa comunicación llegó después de que el propio consejo de administración del banco hubiera tomado ya la decisión, que no gusta al Ejecutivo, aunque al principio se mostró favorable y entusiasmado, calificando el ministro de la presidencia, Félix Bolaños, como de «buena noticia».
El ministro de Economía asegura que la opa hostil del BBVA sobre el Sabadell puede causar volatilidad en los mercados, aunque eso es algo que parece obvio y que sucede siempre que hay una noticia de esta magnitud, como cuando el Gobierno ha nombrado a Carlos Ocaña consejero de Telefónica tras la entrada de la Sepi
El titular de Economía ha vuelto a insistir en que la «forma» es importante, ya que lanzar una opa hostil puede implicar mayor volatilidad en los mercados, algo obvio, por otra parte, y un argumento bastante pobre del ministro de Economía, porque los mercado se mueven todos los día a base de noticias, algunas con mayor impacto que otras, y lo de crear una «incertidumbre adicional», sin pasar por alto «la ausencia de precedentes», es algo con lo que los inversores bursátiles están acostumbrados a lidiar. Otra noticia de impacto, y que crea volatilidad, aunque de eso no dice nada Cuerpo, es la compra de acciones del Gobierno en Telefónica, o el nombramiento de un consejero amigo de Pedro Sánchez.
Pero Cuerpo también afea el «fondo» de la propuesta y la preocupación del Gobierno por la «excesiva concentración», que puede tener un efecto «lesivo» para los clientes, no tanto por la oferta de servicios, sino por la mera inclusión financiera.
En tercer lugar, el ministro ha explicado que una reducción de la competencia puede traducirse en mayor inestabilidad financiera y en la no traslación de la política monetaria, como habría podido suceder ya, por ejemplo, con la falta de remuneración de los depósitos.
Cuerpo ha recordado que Economía encargó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que analizara si la falta de incrementos de la remuneración de los depósitos bancarios en España tras las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo se debían a la falta de competencia.
Antes de la negativa a la fusión BBVA y Sabadell, el Gobierno autorizó la unión de Caixabank y Bankia, banco en el que participa, sin, al parecer, provocar problemas de concentración, competencia y despidos esa unión
Pero esa falta de competencia no es real en el mercado bancario. Hay numerosos bancos grandes como por ejemplo. Santander, BBVA, Caixabank -banco fusionado con Bankia con el visto bueno de la participación del Gobierno, que no puso inconvenientes-, Bankinter, Banco Sabadell, Unicaja, Abanca, Ibercaja, Kutxabank, Banca March, Cajamar, etc… sin olvidar a otros extranjeros que operan en España como ING, Deutsche Bank o Banca Mediolanum, así como numerosa banca solo digital o fintech.
Si, por ejemplo, se traslada la competencia al sector eléctrico, solo hay tres grandes empresas, Iberdrola, Endesa o Naturgy, a las que se pueden sumar EDP, Acciona Energía o Solaria entre las renovables, que prácticamente dominan el mercado. En el petrolero, están Repsol, Cepsa, BP o Galp. En telecomunicaciones, como grandes del mercado están Telefónica, MasOrange, por cierto, producto de la fusión entre Orange España y MásMóvil, Vodafone España, vendida a un fondo de inversión, Zegona, y la rumana Digi.
Es decir, parece que hay más competencia en el sector bancario que en cualquier otro. En el AVE solo hay tres operadores, Renfe, Ouigo e Iryo, y el que se queja de la competencia y bajada de precios es el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, de un Gobierno que ahora niega la fusión BBVA-Sabadell por problemas de competencia.