El cambio de horario de verano a invierno tendrá lugar la madrugada del domingo. Este cambio conllevará atrasar los relojes una hora, es decir, a las tres de la mañana volverán a ser las dos de la mañana. De esta forma, el domingo 27 de octubre tendrá una duración de 25 horas, en vez de las 24 horas habituales.
Este cambio horario es una circunstancia bastante polémica dentro de la Unión Europea, ya que los estudios científicos avalan el mantener un horario único durante todo el año. Esto se debe a que estos cambios pueden llegar a afectar a niños y ancianos e incluso provocar ansiedad o desencadenar episodios depresivos, pero, ¿a qué se deben estas circunstancias?
En primer lugar, debido a la modificación en el horario en España amanecerá antes pero también anochecerá antes, además de que al entrar en el invierno habrán menos horas de luz. Esto puede conllevar el que aumenten los casos de problemas del sueño al aumentar el agotamiento durante el día y llevar a los más jóvenes a tener problemas como el quedarse dormido en clase o que les cueste más estudiar o terminar sus tareas.
Por otro lado, este cambio suele afectar bastante a las personas más mayores debido a las dificultades a la hora de adaptarse a cambios repentinos, especialmente en aquellos casos en los que las personas sufren de enfermedades como la demencia. En concreto, el tener cambios en su rutina y el tener cambios en las horas de sueño puede hacer que estas personas se encuentren desorientadas y empeoren.
La diferencia de latitudes, otra polémica del cambio de hora
Otro de los motivos por los que los expertos están en contra de mantener el cambio de hora es que este es un tema que afecta sobre todo a las latitudes medias. En el norte de Europa, la diferencia entre las horas de luz en invierno y verano es tan pronunciada que el ajuste apenas se nota, mientras que cerca del ecuador no es necesario, ya que las horas de luz y las condiciones atmosféricas se mantienen bastante constantes. En cuanto a España, el próximo ajuste se realizará en la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre, cuando a las tres de la madrugada se deberá retrasar el reloj a las dos. Este cambio se programa en fin de semana para reducir el impacto en las actividades económicas.
Sin embargo, el cambio de hora sigue siendo tema de debate. Muchos están en desacuerdo por diversas razones. Hay quienes consideran que esta política, que incentiva madrugar, representa una interferencia del gobierno en la vida personal de las personas y que sigue una lógica económica y moral que no todos comparten. Otros opinan que, si bien puede haber cierto impacto en la salud, depende en gran medida de las rutinas individuales. Argumentan que unas buenas persianas permiten a cualquiera ajustar su horario de sueño sin importar los cambios de luz, especialmente cuando la mayoría debe cumplir horarios laborales fijos que rigen su día a día.
¿Cuál será el siguiente cambio horario?
Por otro lado, la falta de luz solar puede afectar a personas que sufran de ansiedad o episodios depresivos ya que está comprobado que la luz solar puede ayudar a levantar el ánimo en algunas ocasiones, por lo que esta falta puede hacerlos empeorar.
Aunque el motivo principal de este cambio de hora sea el aprovechar las horas de luz solar, esta práctica está cada vez peor vista por la Unión Europea, e incluso se está planeando el que se elimine este cambio.
De hecho, el Boletín Oficial del Estado (BOE), en su publicación más reciente, recoge las fechas del cambio horario hasta el año 2026. Según este documento, las fechas para el inicio y el fin del horario de verano en los próximos años serán las siguientes:
- 2024: inicio del horario de verano el 31 de marzo; fin del horario de verano el 27 de octubre.
- 2025: inicio del horario de verano el 30 de marzo; fin del horario de verano el 26 de octubre.
- 2026: inicio del horario de verano el 29 de marzo; fin del horario de verano el 25 de octubre.
El BOE todavía está planteando el mantener el cambio horario para pasado 2026, pero todavía no ha comunicado la decisión final. Igualmente, las comunidades científicas esperan que se mantenga el horario de invierno a partir de 2026 para evitar los problemas que estos cambios acarrean.