Los inspectores de Hacienda alertan de los ‘efectos devastadores’ de una Agencia Tributaria catalana como reclama Puigdemont a Sánchez

Los inspectores de Hacienda del Estado han advertido este viernes de que fraccionar la administración tributaria para crear una agencia tributaria catalana como reclama JxCAT, grupo independentista catalán liderado por el prófugo Carles Puigdemont, que tiene en su mano que Pedro Sánchez siga o no siga de presidente del Gobierno, tendría «efectos devastadores» y «perversos» sobre la eficiencia del sistema y generaría desigualdad.

La asociación de inspectores de Hacienda del Estado ha presentado, con motivo de la celebración de su XXXIII Congreso anual, un documento en el que insiste en la necesidad de que la Agencia Tributaria (AEAT) cuente con un estatuto, previsto en su ley de creación en 1991, para afrontar los «peligros» que la acechan.

Entre estos «peligros» figura la posibilidad del fraccionamiento de la administración tributaria como resultado de las «discusiones para una investidura de candidato a la Presidencia del Gobierno», una segregación que temen que comience por Cataluña y se extienda después a otras regiones.

Caja única

Este «troceamiento» supondría que la base de datos tributaria dejaría de ser única para todo el territorio, lo que complicaría las labores de lucha contra el fraude fiscal, y también dejaría de existir la caja única, lo que complicaría la aplicación tanto de las retenciones como de los pagos fraccionados.

En caso de que la administración tributaria se desgajase como consecuencia de «decisiones políticas desacertadas» provocaría «situaciones de desigualdad, desintegradoras para la ciudadanía» y afectaría «al deber constitucional de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos».

La experiencia de las haciendas forales vasca y navarra, explican, ha desembocado en «enormes dificultades» a la hora de contrastar las bases de datos, una complicación que derivaría en «grave perjuicio» en caso de que se creasen nuevas agencias autonómicas.

Los inspectores de Hacienda piden un Estatuto para la Agencia Tributaria pendiente desde 1991

Ante «peligros» como este fraccionamiento o el «asalto» a la función pública, la asociación insiste en la necesidad de que la Agencia Tributaria cuente con un estatuto tal y como estaba previsto en su ley de creación en 1991.

Este estatuto dotaría a la Agencia de una mayor autonomía presupuestaria y de recursos humanos, con plena independencia del Gobierno, lo que pasaría por ejemplo porque el director general se nombrara en el Parlamento y por un periodo de cinco años.

El documento también incluiría una planificación por objetivos, estableciendo el contenido mínimo de los planes de control, la creación de un nuevo departamento de control o nuevas facultades de investigación, incluyendo la posibilidad de pagar a confidentes.

Asimismo, otorgaría a la Agencia de la facultad legal de decidir «la cuantía y composición de sus recursos humanos», en un momento en que la edad media de la plantilla supera los 51 años.