Los accionistas de EiDF pierden 1.500 millones de euros en tres días de cotización

Las acciones de la empresa especializada en autoconsumo fotovoltaico EidF han caído el 3,69 % en su tercera sesión consecutiva en pérdidas y acumula un retroceso del 87,4% desde su vuelta al BME Growth tras levantarse el lunes la suspensión que pesaba sobre el valor desde el 14 de abril.

Los títulos de EidF han cerrado la sesión a 3,75 euros, esa caída del 3,69 %, y termina la jornada con una capitalización de 225,2 millones de euros, frente a los 1.721,52 millones previos a la suspensión. Es decir, que los accionistas de la eléctrica de renovables, tras meses más de cuatro meses de tener bloqueada su inversión sin poderla liquidar, han perdido en solo tres jornadas 1.496,32 millones de euros.

EiDF cotizaba en abril antes de la suspensión a 29,76 euros y hoy ha cerrado a 3,75, el 87,4% menos

En el momento de su suspensión en abril, las acciones de la firma de renovables cotizaban a 29,76 euros en el BME Growth, el mercado destinado a las pequeñas y medianas empresas de BME.

La firma volvió a cotizar esta semana después de que la CNMV difundiera la anterior las conclusiones del informe «forensic» (diagnóstico) sobre las cuentas de 2022, elaborado por Deloitte, ya que la energética solo había publicado un resumen de ese documento, lo que provocó la suspensión de cotización de EiDF.

El informe forensic de Deloitte

Deolitte detectó «evidencias del posible falseamiento de documentos» en el análisis de las cuentas de 2022 de la energética gallega EiDF que, tras más de cuatro meses suspendida de cotización, sus acciones volverán al mercado el próximo lunes en el BME Growth. EiDF acumuló en 2022 una revalorización del 478,8 %, convirtiéndose en la compañía más exitosa de todo el mercado bursátil español.

En un escrito con fecha del pasado 21 de agosto pero hecho público el pasado jueves, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) acusa a la compañía, especializada en instalaciones de autoconsumo de energía solar fotovoltaica, de no haber difundido adecuadamente las observaciones incluidas en el informe forensic elaborado en su día por Deloitte.

De hecho, afirma que ha cometido «omisiones muy relevantes» que pueden «inducir a confusión al público», entre ellas que «se han identificado situaciones en las que se habrían creado, modificado o falseado documentos», en algunos casos sobre «la relación de la sociedad con sus clientes, con sus deudores y con sus socios».