Este viernes, 9 de mayo de 2025, arranca la Feria Taurina más importante del mundo, San Isidro, en la Monumental de Las Ventas, en Madrid. Y lo hace con récord de abonados, pero también con ese amarga corriente en contra de una tradición que en España se originó hace ya más de 500 años y que, hasta la fecha, está considerada como bien de interés cultural que cuenta con millones de aficionados no solo ya en nuestro territorio, sino allende de nuestras fronteras.
Y a los antitaurinos se unen los gigantes tecnológicos estadounidenses de las redes sociales, las empresas de los multimillonarios de Silicon Valley, los ‘woke de los verde’ como Youtube, de Google, que no comprenden, ni entienden, la idiosincrasia y el ADN de la cultura española, ni el campo ni la actividad ganadera, que cuida a sus animales con mimo y cariño y que ellos demuestran su agradecimiento luciendo su poderío por todas las plazas de toros del mundo. Ni no fuera por la tauromaquia, el toro bravo desaparecería de la faz de la tierra, por mucho que digan los animalistas que lo quieren proteger.
La cruzada de YouTube contra la tauromaquia
Pero YouTube ha llegado tan lejos que ya no solo prohíbe videos con corridas de toros, sino que ahora sanciona un video promocional de Las Ventas de la Feria de San Isidro 2025 con la excusa de la «violencia», donde no hay una sólo imagen que incite al «maltrato animal», sino todo lo contrario. Son imágenes de Madrid, la capital de España, una de las más dinámicas del mundo, donde cada año San Isidro, su patrón, convierte en luz y color sus calles y a sus gentes. El video es un alegato a la alegría de vivir y hace una comparación con al el oscuro día del pasado 28 de abril, cuando España, aún no sé sabe muy bien porqué, se quedó sin luz y se llenó de incertidumbre y pena.
El apagón cultural de YouTube: la tauromaquia en riesgo de desaparecer de la plataforma
YouTube, una de las mayores ventanas digitales al mundo, se presenta como un espacio donde las culturas pueden florecer y expresarse libremente. Sin embargo, cuando se trata de tauromaquia, esta libertad parece encontrar un límite inesperado. Aunque las políticas de «contenido violento» de YouTube permiten ciertas excepciones cuando se trata de material educativo, documental, científico o artístico, el toreo se censura de manera recurrente. Canales enteros dedicados a esta tradición son cerrados, y sus videos eliminados, incluso cuando no muestran escenas explícitas de violencia. Esta paradoja ha encendido las alarmas entre los defensores de esta expresión cultural, que no entienden cómo algo tan profundamente arraigado en la identidad española puede tratarse como un contenido prohibido.
De acuerdo con las propias normas de YouTube, «se permite el contenido violento o gráfico cuando tiene un propósito educativo, documental, científico o artístico» y cuando «documenta eventos de interés periodístico o tradiciones culturales». Aun así, esta cláusula parece no aplicarse a la tauromaquia, una práctica que no solo forma parte del patrimonio cultural de España, sino que también cuenta con siglos de historia y arraigo popular. Para muchos, esta política contradictoria no solo es un ataque a la libertad de expresión, sino también una forma de silenciar una parte esencial de la cultura española en una de las plataformas más grandes del planeta. Esto abre un debate más amplio: ¿se está protegiendo realmente la diversidad cultural o se están imponiendo filtros que ignoran las particularidades de cada país?
El Séptimo Toro, programa de Radio Intereconomía, realizará una amplia cobertura informativa de San Isidro 2025.