El exsecretario del consejo de administración de Repsol Luis Suárez de Lezo ha reconocido este martes que Repsol recibió informes realizados por empresas vinculadas al excomisario José Manuel Villarejo sobre Sacyr y Pemex tras intentar estas la toma de control de la petrolera aunque ha calificado a estos de «inútiles y banales».
Suárez de Lezo ha declarado como testigo en el juicio contra el propio Villarejo y los exjefes de Seguridad de Repsol y CaixaBank por presuntas labores de espionaje contra Sacyr y Pemex tras haber alcanzado ambas compañías un pacto sindicado para intentar tomar el control de la petrolera española.
Fruto de ese pacto, el entonces jefe de Seguridad de la petrolera, Rafael Araujo, habría contrato los servicios de empresas vinculadas al excomisario para, entre otras labores, espiar al entonces presidente de Sacyr, Luis del Rivero, que figura como acusación particular en la causa.
El exsecretario del consejo de Repsol admite que conocía la contratación del excomisario Villarejo por parte de la petrolera
El exsecretario del consejo ha indicado que sabía que Rafael Araujo contrató a una empresa expterna -Cenyt, propiedad de Villarejo-, para obtener información empresarial de las dos compañías que amenazaban la indepedencia de Repsol.
Pero los informes que se presentaron eran «ínútiles y banales», sin relación alguna con la operación corporativa en marcha, por lo que no fueron de ninguna utilidad.
Suárez de Lezo no ha sabido explicar por qué, si los informes no fueron de utilidad, Repsol presupuestó en 2014 y 2015 abonar 100.000 euros cada año al mismo proveedor -Cenyt-.
Además, ha reiterado que la decisiòn de contratar a una empresa externa para efectuar trabajos de investigación partió del propio Araujo, sin que él, en ningún momento, le diera instrucción o indicación alguna de cuáles eran los trabajos de información requeridos.
Contrato y abono de los servicios
Araujo, ha señalado Suárez de Lezo, era «un experto y sabía lo que era lo posible y conveniente para dirigir sus intentos de información»; asimismo, ha negado que estuviera al corriente de cuánto se abonó por dichos servicios.
De hecho, él ignoraba incluso si se llegó a firmar algún contrato, ya que Araujo sólo le informó de que había decidido dicha contratación.
También se ha referido a la alarma que causó en YPF el pacto entre Sacyr y Pemex, ya que «desde Buenos Aires, donde Repspol era titular de YPF, nos llamaron urgentemente alarmados ante la posibilidad de que un control conjunto entre Sacyr y Pemex pudieran acabar teniendo el dominio sobre la primera empresa argentina».
El Ministerio Público pide 40 años de cárcel para Villarejo; 32,5 para el que fuera su socio Rafael Redondo; 28 para Araujo; 21 para el que fuera su ‘número dos’, Rafael Girona, y otros 21 para el exresponsable de Seguridad en CaixaBank Miguel Ángel Fernández Rancaño.
Anticorrupción atribuye delitos de cohecho pasivo, cohecho activo, descubrimiento y revelación de secretos de particulares con difusión a terceros cometidos por funcionario público, descubrimiento y revelación de secretos de particulares y falsedad en documento mercantil.