Imaz, CEO de Repsol: se está haciendo ‘una movilidad para ricos, que gran parte de la población no puede pagar’
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha dicho este jueves que el sector de la automoción está amenazado por una serie de medidas de transición energética «absolutamente incorrectas» y ha añadido que se está haciendo «una movilidad para ricos, que gran parte de la población no puede pagar».
Durante su participación en una jornada de la Fundación Faes, que preside José María Aznar, Imaz ha explicado que el conductor de un coche diésel que viaja de la localidad de Móstoles a la cercana Madrid no tiene en la actualidad ninguna ayuda para renovar su vehículo de combustible, a no ser que compre un eléctrico, cuyo precio es mayor.
Según Imaz, si se dieran ayudas para sustituir vehículos de combustible antiguos por nuevos de esa tecnología, que contaminan menos, se reactivaría la industria automovilística española, la segunda de la UE en producción, y, además, sería «socialmente más progresivo» que lo que ocurre ahora, en que se transfieren rentas de las clases bajas a las altas, que son las que se pueden comprar un coche eléctrico y acceder a sus ayudas.
Repsol reduce las emisiones con sus combustibles renovables como cuatro millones de coches eléctricos
Por otro lado, Imaz ha señalado que los 2 millones de toneladas de combustibles renovables que Repsol prevé producir en 2030 reduce las mismas emisiones que 4 millones de vehículos eléctricos en las carreteras.
Imaz ha subrayado el importante papel que tienen los biocombustibles y ha señalado que en las estaciones de servicio de Repsol cuesta sólo 30 céntimos más que el litro de diésel, algo que, ha asegurado, no ocurriría si no pagara el mismo Impuesto de Hidrocarburos que el diésel general.
Por eso, ha dicho que en Europa se necesita una «fiscalidad adecuada» para los combustibles renovables.
También ha afirmado que el encarecimiento del gas no es sólo culpa del presidente ruso, Vladimir Putin, sino que también tiene mucha responsabilidad «el activismo radical prohibicionista» contra su producción en algunos lugares o que pone problemas a las instituciones financieras e inversores para invertir en su desarrollo.
España muchas veces es ‘naif’ en los debates europeos en estas materias
Por otro lado, ha manifestado que España muchas veces es «naif» en los debates europeos en estas materias y ha puesto como ejemplo la directiva de transporte por carretera, pues no es lo mismo Bélgica o Luxemburgo que España, que tiene que llevar su producción en camiones a los mercados europeos, al no contar con canales o un fuerte transporte marítimo.
Imaz ha añadido que hay que meter una componente «para descarbonizar sin hacer el canelo».
También ha advertido de generar en la UE una fuerte dependencia de China también en la industria automovilística, y ha demandado en materia energética un marco de certidumbre y «aprender de Estados Unidos».
En este sentido, ha alabado la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, en inglés), con una predictibilidad a diez años, frente a lo que ocurre en Europa, donde ha dicho que «se cambian continuamente las reglas del juego».