En Europa, los coches chinos, por sus bajos precios, aunque aún está por demostrar su fiabilidad por su escaso tiempo en el mercado o la respuesta de su servicio postventa, están arrasando. Tanto que su crecimiento en ventas ha puesto en jaque a la gran industria del automóvil en Europa, lo que ha acarrea descensos significativos en sus beneficios y, por tanto, en despidos en sus fábricas, lo que ha llevado incluso a la Unión Europea a fijarle unos aranceles, antes incluso de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, los coches chinos no triunfan en todos los mercados, tanto es así que en algunos países están ya pensando en retirarse.
Casi una decena de marcas chinas de automóviles podrían abandonar el mercado ruso debido a la falta de demanda, según publicó hoy el diario ruso Kommersant.
La razón principal es la caída de las ventas, lo que también se debe a la baja actividad de consumo, las altas tasas de interés que desincentivan los créditos y que se refleja también en la sobreexistencia en los almacenes.
Los coches chinos inundaron el mercado ruso tras la salida de las grandes marcas europeas por la guerra de Ucrania y ahora se encuentran con un problema de sobreproducción
Este efecto también se debe a que tras la salida de las marcas occidentales a raíz del inicio de la guerra en Ucrania, «la cantidad de marcas chinas que inundaron el mercado resultó ser mayor que su capacidad», señala la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Rusia.
Entre algunas de ellas se encuentran Oting, Kaiyi, SWM, Livan, VGV, Forthing, JMC y MG.
Otra cuestión importante ha sido la calidad de estos productos en comparación con las marcas occidentales, que ya estaban consolidadas en el mercado internacional, pues los usuarios se han quejado de problemas en los motores de los productos chinos y los altos precios ante la ausencia de competitividad.
Por ello los compradores se han orientado hacia aquellas opciones más conocidas y afianzadas para también evitar problemas con el servicio al cliente y los talleres.
Cierre de concesionarios
Esto también está llevando al cierre de concesionarios, con hasta 213 en el primer trimestre de 2025, mientras las inauguraciones se redujeron a la mitad, hasta los 124.
Los concesionarios además están acelerando la cancelación de franquicias que demuestran poca rentabilidad económica debido al escaso margen de beneficios por venta de vehículo.
«En muchos casos, hablamos de la venta de entre cinco a siete coches al mes por concesionario, lo que no cubre los costes básicos y genera pérdidas», afirmó Renat Tiuktéyev, director general adjunto de ventas de los concesionarios Avilon.
Las importaciones de coches chinos fueron disminuyendo desde octubre de 2024, suponiendo entre enero y febrero de 2025 una caída de casi el 50% en comparación con el año anterior.
Mientras, en 2022 el valor de las importaciones de vehículos ligeros chinos se encontraba en los 1.680,2 millones de dólares, en 2023 ascendió hasta los 11.654,3 millones, llegando a su máximo en 2024 con 15.212 millones.
Las marcas chinas representaron casi el 79 % de todas las importaciones rusas de automóviles nuevos en septiembre de 2024.