A Seat le sale más barato fabricar en China que en España, pero esa estrategia le puede salir ahora muy cara por los aranceles de la UE al gigante asiático.

Seat, que fabrica en China, presiona con el empleo para que se rebajen los aranceles de la UE

Seat, filial del Grupo Volkswagen, ve en riesgo unos 1.500 empleos en la compañía y otros 10.000 indirectos en el caso de que no se rebajen los actuales aranceles europeos al Cupra Tavascan, el vehículo eléctrico que fabrica en China, y no en Barcelona, donde tiene su origen en la zona franca de Barcelona desde el año 1953 cuando abrió su primera planta.

El consejero delegado de Seat, Wayne Griffiths, ha avanzado esa cifra a Reuters en Alemania, un dato que han confirmado a Efe fuentes de la compañía.

Griffiths lleva meses advirtiendo de que Seat corre peligro por el impacto de estos aranceles, pero hasta ahora no había hecho estimaciones sobre la afectación en términos de personal sobre la filial española de Volkswagen.

El pasado 27 de enero, Griffiths aseguró en Barcelona, en un acto en favor del despliegue del coche eléctrico en España, que Seat y Volkswagen, con el respaldo de gobiernos como el español, seguían tratando de buscar una solución al problema de los aranceles.

Estos aranceles de la Unión Europea (UE) a la importación del Cupra Tavascan suman actualmente un 30,7 %, del cual un 10 % ya estaba previsto anteriormente y un 20,7 % se ha fijado de forma adicional.

Seat insiste que el Cupra Tavascán es «coche español, con tecnología española», aunque en realidad no se fabrica en España, sino en China

Griffiths lleva meses reivindicando que el Tavascán es un «coche español, con tecnología española», y que «no puede ser» que se le impongan aranceles muy superiores a los de marcas como Tesla.

En aquel acto, Griffiths evitó hacer estimaciones sobre el impacto en personal derivado de los aranceles, y delegó las explicaciones en el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero (UGT).

Carnero dijo entonces que, si los planes de desarrollo del coche eléctrico no seguían la evolución prevista por el grupo, ello podría suponer que se recortara en unos 50.000 vehículos la producción total de la planta de Martorell (Barcelona), lo que significaría una «pérdida importante de empleos», aunque no ofreció más cifras.

Esos 50.000 vehículos que se mencionaron suponen, a grandes rasgos, en torno al 10 % de la producción total de Seat, ya que el año pasado, por ejemplo, la fábrica produjo unos 481.000 vehículos.

A toda la polémica con los aranceles y su previsible impacto en la planta de Martorell se añade el hecho de que la producción de un vehículo eléctrico ya requiere menos horas de trabajo que uno de combustión, en torno a un 30 %.

Foment apoya a la filial de Volkseagen y pide escuchar a Griffiths

La patronal catalana Foment del Treball, a través de su cuenta en X, ha mostrado su apoyo a Seat como «pilar estratégico de la industria en Cataluña y en España».

«Hay que escuchar a Wayne Griffiths cuando dice que el impacto de los aranceles a los vehículos eléctricos chinos pone en riesgo puestos de trabajo y la competitividad del sector», añade Foment, que urge a «adoptar soluciones ante esta situación de incertidumbre para Cupra y Seat». 

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