Trabajo, tras amenazar a la CEOE, la acusa ahora de ‘chantajista’ en el SMI
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha considerado que la presión del Ministerio de Trabajo para que los empresarios se sumen al pacto para subir el SMI "se llama amenaza", puesto que, en caso de descolgarse, la subida será superior a la inicialmente planteada.

Trabajo, tras amenazar a la CEOE, la acusa ahora de ‘chantajista’ en el SMI

09 enero, 2024
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Actualizado: 09 enero, 2024 11:47
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El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, dependiente del Ministerio de Trabajo, dirigido por la vicepresidenta Yolanda Díaz, ha señalado este martes que «el chantaje no es el método del diálogo social» y le ha pedido al presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, que llegue a un acuerdo para la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Así lo ha indicado Pérez Rey en declaraciones a los medios de comunicación en Toledo, poco antes de participar en el acto inaugural del curso de posgrado ‘Derechos humanos laborales, empresas transnacionales y diligencia debida’ de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

Pérez Rey ha defendido la subida del SMI como elemento «decisivo y relevante» en esta legislatura y que continuará por la senda de trabajo con empleo estable «estable, de calidad y que permita superar brechas históricas de España como la pobreza salarial, la brecha de género y la dificultad de inserción de los jóvenes».

Asimismo, el secretario de Estado de Empleo ha respondido a las palabras de Garamendi sobre «chantaje» por parte del Gobierno de España y, en este sentido, ha afirmado que el diálogo social es «un proceso de construcción de decisiones que desde luego no funciona a través del chantaje».

Trabajo insiste en una subida superior al 4% en el SMI si la CEOE no acepta su propuesta

Ha recordado que ha alcanzado 15 acuerdos con la patronal y que «quien no participa en un acuerdo, sufre las consecuencias negativas de no participar», ya que ha explicado que si el punto de equilibrio es una subida del SMI en torno al 4 por ciento y la patronal se desvincula, el Gobierno «intentará llegar a una acuerdo con las organizaciones sindicales y por fuerza no será el 4 %».

No obstante, ha incidido en que no está todavía en ese escenario y le ha pedido a Garamendi «que tenga a bien dar a su país una subida del SMI imprescindible para seguir avanzando y para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo, así como para cumplir los compromisos internacionales con la Carta Social Europea».

Por ello, ha expresado que confía en la «seriedad y buen hacer» de la patronal española y en especial de Garamendi, al que ha animado a suscribir ese acuerdo en torno al 4 %, al tiempo que ha avanzado que la incógnita se resolverá esta misma semana porque el Gobierno va a convocar a los agentes sociales este viernes para tomar una decisión definitiva que espera que cuente con el respaldo de la patronal para iniciar el curso con un «gran acuerdo».

Garamendi dice que la presión de Trabajo para que pacten el SMI «se llama amenaza»

Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha considerado que la presión del Ministerio de Trabajo para que los empresarios se sumen al pacto para subir el SMI «se llama amenaza», puesto que, en caso de descolgarse, la subida será superior a la inicialmente planteada.

En una entrevista este martes en RNE, el líder de la patronal se preguntaba si se trata de «una amenaza» o «un chantaje» el planteamiento esgrimido ayer por el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, quien en la reunión que mantuvo con los agentes sociales pidió a la patronal que se sumara al pacto para elevar el SMI un 4 % este año.

En caso de que la patronal, que propuso un incremento del 3 %, se descolgara del pacto, Pérez Rey avisó de que la subida sería superior, tal y como reclaman los sindicatos que plantean un alza de al menos el 5 %.

«Si no estás tú, todavía voy a meter más», se queja Garamendi, al tiempo que reprocha cómo «algunos, que no han pagado un salario en su vida, van a decidir lo que tenemos que pagar los demás. Si esto se llama diálogo social, pues que lo digan. Lo de ayer se llama amenaza».

Asimismo, Garamendi ha reprochado al Gobierno que haya rechazado la petición de la patronal de que se tenga en cuenta cómo impacta el alza del SMI en el sector agrario, así como la de indexar esta subida a los contratos del sector público con empresas, a las que se les ven incrementados los costes laborales.

Sorprendido por el planteamiento de autobajas

El líder de los empresarios ha sido interrogado además por el planteamiento del Ministerio de Sanidad de que un trabajador pueda autojustificar con una declaración responsable una baja por enfermedad leve en los tres primeros días de incapacidad.

Garamendi se ha mostrado sorprendido por la medida y ha asegurado que no han sido consultados como agentes sociales, pero que este tipo de medidas «excepcionales», como las que se aplicaron en pandemia, no tienen sentido ahora y sólo sirven para tapar problemas que hay que resolver en el sistema sanitario.

Ha resaltado que en muchas empresas el coste de este tipo de bajas las asume el empresario y ha apuntado a las mutuas de accidentes de trabajo como posible solución para descongestionar la sanidad pública.

Rechazo a las sanciones que plantea Junts

También ha sido preguntado por la exigencia de Junts, a cambio de apoyar los decretos que mañana se someten a convalidación en el Congreso, de introducir cambios en la ley para sancionar a las empresas que abandonaron Cataluña si no regresan.

En este sentido Garamendi se ha preguntado si este planteamiento es constitucional y ha dejado claro que las empresas tienen derecho a instalarse o invertir donde quieran: «Lo otro se llama regulación en vena o comunismo».

Y ha apuntado a que sería más aconsejable generar el clima de confianza adecuado para que las empresas, que «con mucho dolor» se fueron de cataluña, «puedan volver a su tierra».

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