La deuda pública del conjunto de las administraciones marcó un nuevo récord en 1.667.443 millones de euros a cierre de marzo, equivalentes al 103,5 % del PIB, lo que supone 1,7 puntos más respecto al cierre de 2024 (101,8 %) pero 2,8 puntos menos en comparación con el mismo periodo de 2024 (106,3 %).
La ratio de deuda está 20,7 puntos porcentuales por debajo del máximo registrado en marzo de 2021 (124,2 % del PIB), según destaca el Banco de España en una nota de prensa.
La deuda publica del Estado ha crecido en 20.600 millones en solo un trimestre
De acuerdo con los datos actualizados este lunes, la administración central acumula el grueso de la deuda pública con 1.518.333 millones, 20.600 millones más respecto al cierre de 2024.
Las comunidades autónomas aumentaron su endeudamiento en 1.989 millones, hasta un total de 338.040 millones, y las corporaciones locales incrementaron el suyo en 334 millones, hasta 22.897 millones.
Las administraciones de la Seguridad Social elevaron su deuda en un millón, hasta un total de 126.174 millones.
La suma de todas las administraciones da una cifra superior al endeudamiento público total, porque hay 373.687 millones contabilizados por partida doble, dado que la administración central es la principal acreedora de las autonomías.
La AIReF cree que la defensa aumentará el gasto público más de lo que calcula el Gobierno
El récord de marzo de la deuda pública española puede ser efímero en los próximos meses, porque el plan del Gobierno de gastar más de 10.000 millones en rearme español disparará el gasto público y de alguna forma habrá que financiarlo.
Así, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) cree que el aumento del presupuesto en defensa elevará el gasto público por encima de lo que calcula el Gobierno, lo que podría llevar a tener que acogerse a la cláusula de salvaguarda.
La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, señaló el pasado 12 de mayo en la Comisión de Hacienda del Congreso que aunque el aumento del gasto en defensa pueda asumirse reorientado el presupuesto, como defiende el Gobierno, éste «va a tener un impacto completo en gasto, déficit y deuda».
Esto es así porque para encajar este nuevo gasto se van a utilizar partidas que no pensaban ejecutarse (por ejemplo, porque correspondían a inversiones ya ejecutadas sin correspondencia en 2025), por lo que no aportaban ni al déficit ni a la deuda, algo que sí hará el gasto en defensa.